Seguimos hoy con el álbum fotográfico del Frente del Este durante la Primera Guerra Mundial. Esperamos que lo disfrutéis.

Soldados rusos enseñan a bailar a un soldado alemán prisionero
Seguimos hoy con el álbum fotográfico del Frente del Este durante la Primera Guerra Mundial. Esperamos que lo disfrutéis.
Soldados rusos enseñan a bailar a un soldado alemán prisionero
Comenzamos hoy una serie sobre los aspectos más desconocidos de las tradiciones de los pilotos japoneses del viento divino, así como de sus tácticas de combate y de las causas que los llevaron a actuar de esa manera.
El teniente de la Armada Imperial Kentaro Mitsushashi saluda mientras recibe las órdenes para efectuar su misión Ohka el 21 de marzo de 1945. El saquito de seda que lleva las cenizas del capitán de corbeta Tsutomu Kariya cuelga de su cuello.
Los pilotos kamikaze, antes de despegar, participaban en una serie de rituales y ceremonias, observadas para obtener el éxito en sus misiones y para tener la oportunidad de expresar sus sentiemientos a los familiares y amigos que dejaban atrás. Éstos rituales incluían la vestimenta de varias prendas de ropa y adorno, algunas de los cuales permitían al piloto kamikaze portar recuerdos de sus seres queridos en el momento de su muerte. Entre estos estaba la cinta (hachimaki), el cinturón de las mil puntadas (sen-nin-bari), y los muñecos mascota (masukotto ningyo).
Con la noticia de los primeros desembarcos en las playas de Normandía, las divisiones panzer alemanas desplegadas en el Oeste eran la única posibilidad de expulsar a los aliados al mar.
El Grupo Panzer del general Geyr von Schweppenburg había sido traído al frente el 7 de junio, pero no pudo hacer ninguna acción remarcable hasta la anochecida del 10 de junio. Sus órdenes eran expulsar al enemigo de Normandía con todas las fuerzas blindadas a su disposición.
La primera unidad en atacar fue el I Cuerpo Panzer SS, resultando su entrada en acción un fracaso. En medio de este contratiempo, un ataque aéreo de la RAF el 10 de junio provocó el desastre: el cuartel general del Grupo Panzer sufrió de lleno el bombardeo de los bombarderos británicos, matando al general Ritter und Edler von Dawans, junto a todo su estado mayor.
La cortísima vida operacional, en el norte de África, de la mayoría de los hombres del 18 Escuadrón fue equivalente a la de los periodos más intensos de la guerra.
El escuadrón estaba equipado con aviones Bisley, una versión de ataque a tierra del Bristol Blenheim equipada con más blindaje, que sería conocido posteriormente como Bristol Blenheim MkV. Su oficial al mando ganó la Cruz Victoria, describiendo la recomendación para su otorgamiento los riesgos que tuvieron que correr todos los hombres del escuadrón en el breve lapso de tiempo trascurrido hasta que el escuadrón fue barrido del cielo.
Comenzamos hoy un álbum fotográfico del Frente del Este durante la Primera Guerra Mundial. Esperamos que lo disfrutéis.
Soldados alemanes camino de Libava descansan en las dunas, 1915
El Ala 151 de la RAF fue una unidad británica que combatió junto a los soviéticos en la Península de Kola durante los momentos críticos de los primeros meses de la Operación Barbarroja.
El Ala 151 estaba compuesta de los Escuadrones 81 y 134, equipados especialmente con Hurricanes, aunque también utilizaron Spitfires. Estuvieron en el teatro de operaciones hasta diciembre de 1941, ayudando a los soviéticos a hacer frente a la ofensiva alemana e instruyendo, como veteranos de la Batalla de Inglaterra, a los pilotos soviéticos en la utilización de los Hurricanes y del equipo moderno. Por alguna extraña razón, solo el Escuadrón 81 recibió el reconocimiento de haber servido en Rusia.
Durante la Operación Barbarroja, una de las tácticas favoritas de los brandeburgueses, que se convertiría en uno de sus sellos distintivos, consistía en capturar camiones soviéticos y pegarse a la cola de las columnas rusas en retirada.
Brandeburgueses en un camión soviético
En otras ocasiones, las patrullas de brandegurgueses penetraban cientos de kilómetros detrás de las líneas soviéticas para llevar a cabo operaciones de reconocimiento, espionaje y sabotaje. Para reunir información sobre los movimientos de las tropas enemigas, esas patrullas no solo no eludían a las unidades soviéticas, sino que buscaban entrar en contacto con ellas.