Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXXII). Las Ohka en Okinawa. Última misión (III)

La última misión exitosa de las Ohka, que demostraba el peligroso potencial de estos cohetes tripulados en ataques masivos suicidas, tuvo lugar el 11 de mayo, cuando 4 Bettys despegaron el segundo y último día de la sexta ofensiva Kikusui.

En el Piquete de Radar N.º 15, los destructores Evans y Hugh W. Hadley de los capitanes Archer y Mullaney, acompañados de tres lanchas de desembarco, llevaron a cabo una de las acciones anti kamikaze más feroces de la batalla de Okinawa. Se calcula que entre las 7.50 y las 9.30 fueron destruidos unos 50 aparatos enemigos por los 12 cazas Corsair de la patrulla aérea (CAP) del piquete, mientras que otros 50 aviones japoneses eludieron a los cazas norteamericanos y atacaron a los navíos de superficie.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXXI). Las Ohka en Okinawa (II)

Entre tanto, en el Piquete de Radar 1, el destructor USS Cassin Young había sufrido graves daños por el impacto de un avión kamikaze. Los destructores Stanly y Lang recibieron órdenes de acudir en su rescate, siendo atacados a su vez por aviones kamikaze durante le trayecto.

En 20 minutos, mientras los destructores maniobraban bajo una Patrulla Aérea dirigida por el director de la caza a bordo del Stanly, se acercaron más aviones kamikaze. Entre ellos había bombarderos Betty con bombas Ohka en sus panzas. Picando a través de la pantalla de cazas y luego nivelando aparentemente inermes del intenso fuego antiaéreo de 20 mm y de 40 mm del destructor, una bomba Ohka impactó en la proa del Stanly por el costado de estribor.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXX). Las Ohka en Okinawa (I)

La invasión aliada de Okinawa comenzó el 1 de abril de 1945, día en que se llevó a cabo la segunda misión Ohka. Tres bombarderos Betty y tres Zeros kamikaze despegaron de Kanoya por la tarde, con la pretensión de atacar a la flota de invasión después de anochecido y disminuir así las probabilidades de ser interceptados.

USS Mannert L Abele

Aproximándose a la flota de desembarco desde el norte, los Betty lograron evitar las patrullas aéreas y lanzar sus misiles tripulados. Una de las Ohkas picó e impactó contra una de las torretas de cañones de 406 mm del acorazado USS West Virginia, causando daños considerables y varias bajas. Las Ohka restantes y los Zeros kamikaze lograron dañar al transporte de tropas Alpine (16 muertos y 27 heridos) y a los cargueros Achernar y Tyrrel.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXIX). Ataque de las Ohka al 58 Grupo de Combate (II)

Cuando el capitán de corbeta Nonaka entró en su aparato, afirmó, «Este es mi Manatogawa» – una referencia a la heroica lucha de Masashige Kusonoki con 700 hombres contra muchos miles en el río Minato en 1336.

Esta vez la superioridad numérica a la que se enfrentaría era mucho mayor. Ya que de los 55 Zeros asignados a la escolta de la fuerza Ohka, solo pudieron realizar la misión 30. Ocho no lograron despegar y 17 tuvieron que volver por fallos de motor. Aún así, el almirante Ugaki decidió que la fuerza Ohka continuase con la misión encomendada. Los 18 Bettys con su exigua escolta volaron hacia sus blancos de la Fuerza de Combate 58.1 del almirante Clark, que incluía a los portaaviones de batalla Hornet, Bennington y Wasp (éste útlimo con graves daños causados por un ataque kamikaze el 19 de marzo pero todavía operativo) y el portaaviones de escolta Belleau Wood, escoltados por los acorazados Massachusetts e Indiana y una poderosa fuerza de cruceros y destructores.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXVII). Ataque de las Ohka al 58 Grupo de Combate (I)

El entrenamiento en Konoike fue llevado a cabo con ritmo frenético, alentados los aspirantes por las visitas del alto mando. El almirante Toyoda , jefe del estado mayor general naval y el almirante Nagano, llegaron el 1 de diciembre, seguidos del ministro de la Marina, almirante Mitsumasa Yoani el 3 de diciembre.

El almirante Toyoda animó a los pilotos de las Ohka a combatir la superioridad material del enemigo con su fuerza espiritual, y regaló a cada hombre un hachimaki blanco con la ideografía de la Jinrai Butai y una espada corta en la que iba grabado el nombre de cada piloto. A primeros de enero, cuando se hicieron los preparativos para trasladarse a una base de operaciones en Kanoya, al sur de Kyushu, los pilotos del cuero viajaron a Tokio para rezar por el éxito en el santuario de Yasukuni, en el de Meiji y en la parte exterior del Palacio Imperial.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXVI). El Shinano y el fin del despliegue de las Ohka

La velocidad a la que fueron entrenados los primeros voluntarios de las Ohka puede desprenderse de los planes iniciales para el despliegue de combate de estas armas. El 28 de noviembre de 1944, el Shinano, uno de los últimos portaaviones en entrar en servicio, zarpó de la bahía de Tokio con rumbo al área de maniobras de la flota de Matsuyama, cerca de Kure.

Comenzado como el tercer superacorazado de la clase Yamato, el Shinano fue convertido en portaaviones en pleno proceso de construcción. En su botadura el 8 de octubre de 1944 desplazaba 77.755 toneladas y tenía una eslora de 266 metros y una pista de 256 metros de longitud. Fue el más grande y mejor protegido portaaviones de la Segunda Guerra Mundial. Se pretendía que fuese un «portaaviones de suministro» y llevaba solo 47 aviones como grupo aéreo para su propio uso operacional.

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Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXV): el Cuerpo del Rayo Divino

El personal de las operaciones con Ohka fue reclutado en las filas de las unidades navales y aéreas, en cuyos cuarteles aparecieron en agosto de 1944 carteles publicitarios que urgían a los hombres a prestarse voluntarios para operaciones de «ataques especiales».

Aunque no se ocultaba la naturaleza suicida de las misiones, los voluntarios fueron numerosos. Incluso después de descartar a hombres casados, de edad más avanzada, Aunque no se ocultaba la naturaleza suicida de las misiones, los voluntarios fueron numerosos. Incluso después de descartar a hombres casados, de edad más avanzada, hijos únicos o con grandes responsabilidades familiares, aún quedaron 600 voluntarios. El 1 de octubre de 1944, precediendo a la formación de las primeras escuadrillas kamikaze en unas tres semanas, se creó el 721.er Kokutaki (Cuerpo Aéreo de la Marina) – apodado Jinrai Butai, el Cuerpo del Rayo Divino en la base aeronaval de Hyakurigahra en la isla de Honshu.

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