Uno de esos libros imprescindibles para conocer la óptica de la sociedad alemana a comienzos de la Segunda Guerra Mundial es el Diario de Berlín, del corresponsal norteamericano William Shirer.
Desde mediados de los años treinta, este periodista norteamericano vino desempeñando sus labores informativas en al Alemania nazi y la retrató en las entradas de su diario, cubriendo los acontecimientos de esos años y trufándolas de observaciones, rumores, cotilleos y vivencias personales. Las tres primeras anécdotas están fechadas en 4 de febrero de 1940, y la cuarta en junio del mismo año: