Comenzamos hoy una Serie GEHM con la intención de recopilar las anécdotas y andanzas de Hans Ulrich Rudel, el as de Stukas alemán.
Hans Rudel
Tras el desastre de Stalingrado, la escuadrilla de Rudel se encuentra en el aeródromo de Gorlovka, en la ciudad de Stalino, centro de la cuenca industrial del Donetz e importante nudo de comunicaciones de retaguardia. Por esta época llega un piloto bisoño en sustitución de un compañero derribado recientemente. Se trata del alférez Schwirblatt.
Es el 21 de octubre de 1944, los elementos de punta de la 25ª Brigada Blindada de la Guardia, bajo el mando del Coronel Bulyguin, acaban de tomar un puente intacto sobre el río Angerapp, que utilizan para cruzar a la orilla occidental y conquistar la localidad de Nemmersdorf, 10 kilómetros al suroeste de Gumbinnen, en Prusia Oriental. El significado de la captura de esta localidad de 637 habitantes no solo es importante, políticamente, por ser una de las primeras localidades capturadas en suelo alemán, sino que también lo es militarmente porque desde allí ha quedado quebrada la línea defensiva fortificada que se opone al avance del 2º Cuerpo de Ejército Blindado de la Guardia, y al 3er Frente de Bielorrusia. Desde allí los soviéticos pueden lanzarse hacia el oeste y el noroeste, por terreno despejado, y arrasar la retaguardia del 4º Ejército alemán. Para oponerse a ello los alemanes solo pueden desplegar algunas unidades del Volkssturm, que serían fácilmente arrolladas por los carros soviéticos. No hay nada más, la derrota en Prusia Oriental podría ser una realidad en cuestión de días.
Carro ruso destruido en las afueras de Nemmersdorf.
Pero no será así.
El Mayor-General Budeiny, jefe del 2º Cuerpo de Ejército Blindado de la Guardia, ordena un avance inmediato, pero la brigada no se moverá en 36 horas, un tiempo que aprovecharán los alemanes para desplegar, a cada lado de la penetración blindada soviética, fuerzas considerables:
<<A las 03:00 [hora de Berlín] del 16 de abril de 1945, 40.000 cañones abrieron fuego simultáneamente. Es como si el valle entero se hubiera levantado y hubiera desaparecido. Todo el valle del Oder es sacudido durante el sueño. 40.000 cañones, es decir, un total de 333 cañones por kilómetro. En la cabeza de puente se puede ver como si fuera pleno día. El huracán de fuego alcanza los altos de Seelow. Parece que la tierra toca el cielo, en medio de un muro de fuego muy denso. Lo que no está sólidamente sujeto se cae de las estanterías y de los armarios. Rápidamente estamos cubiertos de polvo y restos. Ninguno de nosotros ha conocido antes algo similar, ni creyó que fuera posible. No hay escapatoria. La mayor concentración de artillería de la historia se encuentra directamente ante nosotros. Tenemos la impresión de que cada metro cuadrado de tierra va a ser volteado.>>
Posiciones de la artillería soviética, no lejos del Oder.
Así describió un subteniente alemán el brutal bombardeo soviético que empezó la última batalla decisiva de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el asalto soviético a Berlín.
Os presentamos hoy la asombrosa historia de Yang Kyoungjong, un koreano que sirvió durante la segunda guerra mundial en el Ejército Japonés, en el Ejército Rojo y en la Wehrmacht.
Yang Kyoungjong en 1944, después de haber sido hecho prisionero en Normandía por los paracaidistas norteamericanos
Kyoungjong era un soldado koreano de 18 años que se hallaba destinado en Manchuria cuando fue reclutado a la fuerza por el ejército de Kwantung del Ejército Imperial Japonés para luchar contra la Unión Soviética. Korea vívia en ese tiempo bajo la dominación japonesa, lo que arrastró a sus hombres a la guerra.
Cuando el ejército británico fue expulsado del continente y Francia solicitó el armisticio, una de las primeras preocupaciones del gobierno y del mando militar británico, empezando por el mismísimo Winston Churchill, fue devolver la guerra al continente, golpeando a los alemanes en cualquier punto de la costa, no tanto para causarles bajas o destruir sus infraestructuras, ya que su capacidad para ello era escasa, sobre todo al principio, sino para obligarlos a desplegar tropas que pudieran ser necesarias en otros frentes de la guerra. En este sentido, puede decirse claramente que cada <<Commando>> valía por muchos soldados alemanes.
Achnacarry en 1943.
Esta estrategia de ataques periféricos de baja intensidad apoyados por la superioridad de la armada británica no era totalmente nueva, pues había sido la forma de operar de los ejércitos del Reino Unido desde las guerras napoleónicas, sin embargo las modernas técnicas obligaron a hacer un extraordinario esfuerzo a la hora de preparar a los hombres que habrían de llevar a cabo los ataques. Dada la preparación general de los ejércitos, la rapidez en el posible desplazamiento de medios y su número, estas acciones ya no podían ser ejecutadas por los regimientos regulares del ejército. Hacía falta algo más, los <<Commando>>.
Os dejamos una colección de fotos de Stalingrado después del terrible asedio al que se vio sometida, primero por los alemanes y luego por los soviéticos.
En algunas de ellas podemos observar la ausencia de nieve, por lo que probablemente fueran tomadas hacia el verano, cuando el nuevo y recién formado 6 Ejército de Hollidt se jugaba su supervivencia en el río Mius, y Kursk empezaba a quedar demasiado lejos.
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