La captura del submarino alemán U-505 es uno de esos acontecimientos poco conocidos de la Segunda Guerra Mundial, y solo se conoció una vez finalizada la contienda.
Las razones son obvias. Los estadounidenses se aseguraron de que nadie supiera nada, en especial los alemanes, hasta que hubiera acabado la guerra. Por los dispositivos que se habían obtenido en su interior, era esencial que el enemigo pensara que el submarino se había perdido. Al tiempo de la captura, los aliados estaban empleando a más de cinco mil personas en el intento de descifrado de los códigos alemán y japonés. Los británicos habían conseguido ya su propio submarino y con la ayuda del equipo de Bletchley Park, habían descifrado algunos códigos alemanes.