El nacimiento de la Kriegsmarine (V): Inglaterra en el horizonte.

Desde antes incluso de su ascenso al poder, Hitler había imaginado un mundo dividido entre los británicos y los alemanes, en el que mientras los primeros dominarían un extenso imperio colonial, los segundos se alzarían con la hegemonía en Europa continental. Más adelante llegó incluso a plantearse la posibilidad de una alianza entre ambos países para enfrentarse a los Estados Unidos, pues en su imaginario geoestratégico, lo más probable era que la potencia americana acabara tratando de dominar el mundo en detrimento de sus hermanos anglosajones, demasiado débiles para resistirse sin la ayuda de Alemania.

El crucero ligero Leipzig, que había entrado en servicio en 1931, fue uno de los pocos buques de guerra construido durante la era de Weimar.

El Reino Unido, por otro lado, siempre había basado su política Europea en la necesidad de que ninguna potencia destacara sobre las demás, lo que iba radicalmente en contra de las intenciones hegemónicas alemanas, que si por entonces no eran conocidas con claridad, si se sospechaban; y por supuesto, las ilusiones diplomáticas hitlerianas no tenían receptores –o al menos no con peso político– al otro lado del Canal de la Mancha. Poco a poco Hitler empezó a darse cuenta de ello, y el tabú de una guerra naval contra Gran Bretaña empezó a disiparse, hasta el punto que en verano de 1937 los mandos superiores de la Kriegsmarine y de la Luftwaffe empezaron a reunirse para tratar la cuestión. Estas reuniones dieron un nuevo objetivo al programa de desarrollo naval alemán: ya no se trataría de la paridad con Francia, sino de poder luchar contra la Royal Navy.

Leer más

La Patrona de la Infantería Española sigue en su capilla de Empel

La Virgen de la Inmaculada, patrona de los Tercios de Flandes e Italia sigue hoy día en su capilla del viejo Empel, donde obró su milagro y donde existe presencia de la infantería española.

La capilla se encuentra en la misma colina donde tuvo lugar el milagro de Empel, junto al río Mosa, donde supuestamente fue hallada mientras los españoles cavaban trincheras para defenderse de la flota holandesa que se disponía a cañonearlos a quemarropa después de haber roto los diques y haber inundado la campiña.

Leer más

El nacimiento de la Kriegsmarine (IV): Mucho ruido y pocas nueces.

 

Karl Dönitz empezó a desarrollar los principios que tendrían que guiar tanto la guerra submarina como el entrenamiento de las tripulaciones a partir del momento en que fue nombrado Führer der U-Boote (comandante en jefe de la flota submarina). Resulta llamativo que, dado que en aquellos años no se preveía aún una guerra naval contra Gran Bretaña, los principios que desarrolló nada tendrían que ver con la realidad posterior y otros oficiales descartaron la idea de atacar el tráfico comercial enemigo para centrarse en sus buques de guerra y en sus transportes de tropas, sobre todo en el Mediterráneo.

El U-37, del tipo IX, abandonando la base de Lorient, en Francia.

Este escenario, sumado a la idea, que si prosperaría, de que era mejor que los submarinos atacaran en masa, llevó a Dönitz a recomendar la construcción de naves de largo alcance de 750 toneladas de desplazamiento. Sin oponerse a este planteamiento, otros mandos superiores recomendaron, por su parte, que también sería bueno construir submarinos más grandes y poderosos para poder operar con ellos en el Mediterráneo oriental… o en el Atlántico. Tras muchos debates, en octubre de 1936 el almirante Raeder acordó que se seguirían ambas vías, y ordenó la construcción de siete submarinos del tipo VII (los favorecidos por Dönitz), y cuatro, más grandes, del tipo IX.

Leer más

Los Tercios en el Mediterráneo – Los Sitios de Castelnuovo y Malta

Ayer salió a la venta mi último libro (Ediciones Salamina), en el que abordan dos grandes hechos de armas de los Tercios Viejos de infantería española en el teatro mediterráneo. Concretamente el sitio de Castelnuovo (1539) y en el Gran Sitio de Malta (1565).

mediterraneo

Los Tercios en el Mediterráneo – Los Sitios de Castelnuovo y Malta

Las décadas centrales del siglo XVI constituyeron una de las épocas de máximo esplendor del Imperio Turco. Tras concluir victoriosamente la guerra con los persas y pacificar las fronteras orientales, el sultán otomano Solimán, llamado por los europeos el Magnífico, se revolvió contra occidente, plantándose en las puertas de Viena por el norte y asentándose en las plazas africanas de Berbería por el sur. Interponiéndose a ese avance inexorable por el Mediterráneo se encontraban Venecia, a ratos, los reinos españoles de Nápoles y Sicilia, y la isla de Malta de los caballeros de San Juan, verdaderas antemurallas, estos tres últimos, de los reinos de Europa occidental. Afortunadamente para la cristiandad, y en particular para las posesiones del emperador Carlos Quinto, en aquellas décadas fue tomando forma también el ejército cuyas bases sentara don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, que con el andar de los años y victorias como Bicoca o Pavía acabaría dando lugar en las ordenanzas de Génova de 1536 a los celebérrimos Tercios Viejos de infantería española, de fama legendaria, que impusieron su dominio en los campos de batalla durante más de 150 años.

Leer más

El Manifiesto de los Persas (2ª Parte)

Se ha de remarcar que el Decreto del 4 de Mayo se apoyaba en gran medida en las quejas expuestas por los realistas en “El Manifiesto de los Persas”, basándose en éste el rey para suprimir definitivamente la labor de las Cortes de Cádiz basándose en la ilegalidad de estas.

Manifiesto de los persas

Así lo expresa Fernando VII en su Decreto: “Con esto quedó todo a la disposición de las Cortes : las quales en el mismo día de su instalación , y por principio de sus actas , me despojaron de la soberanía , poco antes reconocida por los mismos Diputados, atribuyéndola nominalmente a la nación para apropiársela así ellos mismos, y dar a este después, sobre tal usurpación, las leyes que quisieron, imponiéndole el yugo de que forzosamente las recibiese en una nueva Constitución, que sin poder de provincia, pueblo ni Junta y sin noticia de las que se decían representadas por los suplentes de España e Indias, establecieron los Diputados, y ellos mismos sancionaron y publicaron en 1812.

Leer más

Desperta Ferro Historia Moderna n.º 19: El Gran Capitán.

Gonzalo Fernández de Córdova, su nombre resuena a lo largo de toda nuestra historia, desde sus primeras campañas en Andalucía, contra los nazaríes de Granada, pasando por Italia, donde se ganó el sobrenombre de “Gran Capitán”, hasta diferentes períodos de nuestra historia posterior a su muerte, donde se le ensalzó como héroe nacional y promotor de una de las grandes revoluciones de la historia militar, la que llevó a los ejércitos hispánicos desde la edad media a la moderna.

Sin embargo, la historia es una gema con muchas facetas, y como toda figura recordada, popularizada y mitificada, el “Gran Capitán” fue mucho más, y a la vez mucho menos que lo que habitualmente tendemos a contar. Participó en los importantes cambios militares que tuvieron lugar en los albores de la edad moderna, es cierto, pero más como protagonista, e incluso tal vez como “usuario”, que como amo y señor, promotor y Deus ex machina de dicha “revolución”.

Leer más

El nacimiento de la Kriegsmarine (III): El tratado naval anglo-alemán.

No se puede ocultar que, a principios de 1935, la percepción europea con respecto a la Alemania nazi se había deteriorado. Considerado inicialmente como un gobernante más, las noticias sobre lo que estaba empezando a pasar con los judíos –muchos estaban emigrando a Austria– o sobre el asunto Röhm, la llamada “noche de los cuchillos largos”, entre otras cuestiones, habían deteriorado seriamente la imagen de Hitler, y el plebiscito del Sarre del 17 de enero no ayudó. “Hitler ha insistido de nuevo en que, a la vista de la presión esperable por parte de Gran Bretaña y Francia después del plebiscito del Sarre, es necesario acelerar la implementación de algunos planes de armamento importantes […] para haber alcanzado el nivel de preparación más elevado posible cuando se inicien las negociaciones”, anotaba el almirante Raeder.

Von Ribbentrop, en Londres, durante los acuerdos que llevaron a la firma del tratado.

Uno de los planes de armamento que se benefició de esta circunstancia fue el de la Marina, y muy poco después de comenzar el año se ordenó la construcción de varios destructores, el montaje de los primeros submarinos y que la fecha de inicio de la construcción del primer portaaviones se adelantara al 1 de abril de 1935.

Leer más

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies