Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXIV): Bombas pilotadas. El origen de la Ohka

La única aeronave diseñada específicamente para las misiones suicidas que llegó a estar plenamente operativa en la Segunda Guerra Mundial fue la Yokosuka MXY7 Ohka [Flor de Cerezo]de la Marina Imperial japonesa, que los Aliados llamaron la bomba baka [idiota]. El aparato, un misil pilotado, fue conocido también en Japón como el Jinrai [rayo divino].

El origen de la Ohka se le atribuye a un oficial subalterno, Ens Mitsuo Ohta, un piloto de transporte de. 405.º Grupo Aéreo de la fuerza aérea de la Marina. Como en el caso de otras armas suicidas, el alto mando opuso en un primer momento una resistencia simbólica. Pero cuando los diseños preliminares de Ohta y el Instituto de Investigación Aeronáutica de la Universidad de Tokyo fueron entregados en el Dai-Ichi Kaigun Koku Gijitsusho (Primer Arsenal Aerotécnico Naval) en Yokosuka, se tomó rápidamente la decisión de continuar delante con el desarrollo del arma. Debe destacarse que la aprobación del proyecto y la recluta de personal comenzaron en agosto de 1944, unos dos meses antes de la formación de las primeras escuadrillas kamikaze «oficiales» por parte del almirante Onishi.

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXIII): Las misiones especiales de los submarinos portaaviones

A principios de 1943, la Marina japonesa inició la construcción del primer Sen-Toku (submarino especial). Se trataba de los submarinos más grandes de la Segunda Guerra Mundial.

Cada uno de estos monstruos, de 122 metros de largo, tenían un desplazamiento de 5.223 toneladas en superficie y 6.560 sumergido. Tenían un largo hangar en la zona media del casco de 31 metros para alojar tres hidroaviones bombarderos que se lanzaban mediante una catapulta desde una rampa de 26 metros situada en la proa.

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXII): Ataques en masa en Okinawa

Entre el 6 de abril y el 22 de junio, el principal ataque kamikaze contra la flota aliada en Okinawa se llevó a cabo en 10 incursiones en masa con aviones del ejército y de la marina.

Los japoneses lo llamaron misiones Kikusui (Crisantemo Volante). La primera y más extensa de las ofensivas Kikusui se puso en marcha los días 6 y 7 de abril, cuando un total de 355 kamikazes (230 de la marina y 125 del ejército) y 341 aparatos de ataque convencional. A pesar de que los aviones embarcados aliados realizaron un ataque de interdicción al amanecer en los aeródromos de Kyushu, unos 400 aviones japoneses despegaron rumbo a Okinawa el 6 de abril, realizando uno de sus mayores ataques por la tarde (mientras la agrupación de combate del Yamato iniciaba su carga suicida contra Okinawa).

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XXI): Estadísticas para Okinawa

Del lado japonés, la amenaza al territorio nacional de las grandes islas que suponía Okinawa consiguió lo imposible, que la Armada japonesa, con sus exiguas fuerzas de superficie, y el Ejército de Tierra abandonasen sus rivalidades.

A partir de este momento comenzaron a cooperar en la planificación y lanzamiento de ataques aéreos en los que sus kamikazes y aviones convencionales debían ser coordinados. No hay fuente que coincida en el número total de aviones empleados en los ataques a Okinawa. Las cifras dadas por el United States Strategic Bombing Survey, aceptadas por las historias oficiales británicas, de un total de 1.900 salidas kamikaze y alrededor de 5.000 salidas convencionales parecen las más aceptables.

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XX): Flotas norteamericana y británica en Okinawa

Tanto Aliados como japoneses eran muy conscientes de que Okinawa, en las Ryukyus, a unos 530 kilómetros de Kyushu, era el punto clave de cara a la invasión de las grandes islas de Japón.

El 1 de abril de 1945 al atardecer, primer día de la Operación Iceberg, más de 50.000 soldados norteamericanos habían superado con éxito las playas de las zonas de desembarco de Okinawa sin encontrar prácticamente oposición. El teniente general Mitsuru Ushjima había concentrado sus fuerzas alrededor de posiciones fortificadas en el interior.

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XIX). Operación Tan: Ataque a la TF58 fondeada en Ulithi

El fondeadero de la flota norteamericana en el atolón de Ulithi, en las Carolinas occidentales había sido el primer blanco de los «ataques especiales» de los torpedos humanos kaiten a finales de 1944.

USS Randolph en Ulithi tras el ataque

En marzo de 1945, cuando la Fuerza Operativa 58 (es decir, la Fuerza Operativa de Portaaviones de Batalla del vicealmirante Marc Mitscher) se hallaba allí fondeada con los preparativos para los ataques a Okinawa y las demás islas de Japón, fue objetivo de una incursión kamikaze que merece la pena destacar por su planificación sobresaliente.

Leer más

Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XVIII). Formación defensiva y piquetes de radar

Para diciembre de 1944, la TF 38 [Grupo Operativo de Portaaviones Rápidos] se había reagrupado también en tres Grupos Operativos, en lugar de los cuatro anteriores, con el fin de asegurarse una mejor defensa antiaérea cercana.

Un Grupo de Portaaviones Rápidos típico encuadraba ahora 2 o 3 portaaviones de batalla (CV), 2 portaaviones ligeros (CVL), 2 o 3 acorazados, entre 3 y 5 cruceros pesados y ligeros (CA y CL, incluido un crucero antiaéreo CLAA; tanto el USS San Diego como el USS San Juan habían incorporado armamento antiaéreo para asumir este rol), y entre 18 y 20 destructores.

Leer más

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies