Las fuerzas de las IDF aprovecharon esos días para desarrollar medios tácticos contra el uso egipcio de armas combinadas.
Las unidades acorazadas empezaron a integrar vehículos acorazados de infantería M-113 con ametralladoras, que operaban en los flancos de los batallones acorazados atacantes, hicieron un amplio uso de cortinas de humo y mejoraron la colaboración entre las fuerzas acorazadas y la artillería. Pero lo más evidente es que la falta de una adecuada operación de armas combinadas fuer una de las principales causas del fracaso del gran ataque egipcio lanzado el 14 de octubre.
La razón del ataque fue probablemente política –un intento de aliviar la presión militar que Israel estaba ejerciendo sobre el ejército sirio. La decisión se tomó a pesar de la objeción de varios oficiales egipcios de alta graduación que eran conscientes de la inferioridad del ejército egipcio en la guerra de maniobra con las fuerzas acorazadas israelíes. La inteligencia israelí había anticipado el ataque y el plan ideado por el Mando Sur consistía en permitir que las fuerzas acorazadas egipcias avanzasen hacia el este, haciéndolas salir del paraguas protector que proporcionaba el dispositivo de armas contracarro y el sistema integrado de defensa aérea.
En cuanto el ejército egipcio perdiese la protección de sus despliegues defensivos, las ventajas operativas de las IDF en las áreas de maniobra acorazada y el uso de la fuerza aérea para apoyo cercano podrían hacerse realidad. La ofensiva egipcia se ejecutó en múltiples esfuerzos a lo largo del frente, intentando alcanzar los pasos de Mitla y Gidi, que permitirían a las fuerzas atacantes avanzar hacia la profundidad de la península del Sinaí. El esfuerzo principal fue llevado a cabo por unidades de infantería montadas en APC armados con misiles contracarro (ATGM).
En cuanto las fuerzas de las IDF detectaron el avance de las columnas abrieron fuego de artillería contra ellas y las unidades acorazadas, que operaban conjuntamente con unidades de infantería armadas con morteros y diversas armas contracarro, especialmente cañones sin retroceso M40 de 106 mm y ATGM SS 11 de fabricación francesa, alcanzaron a los carros egipcios. Como las columnas acorazadas egipcias habían salido de su paraguas de defensa aérea, se habían vuelto vulnerables a los ataques aéreos, por lo que las fuerzas israelíes defensoras también se beneficiaron de un apoyo aéreo cercano eficaz.
En otros lugares, en los que el ataque agipcio se basó únicamente en la maniobra de los blindados, sin apoyo d ela infantería, la artillería o el apoyo aéreo cercano, los ataques fueron derrotados gracias al eficaz desempeño de las fuerzas de armas combinadas israelíes. Además, la falta de apoyo a las fuerzas egipcias permitió a las unidades acorazadas israelíes maniobrar y atacar a las columnas egipcias por los flancos, sin temer emboscadas con dispositivos contracarro.
El jefe del estado mayor egipcio describió las razones del fracaso de la ofensiva egipcia con las siguientes palabras: «El fuego enemigo concentrado de… carros de combate apoyados por… armas guiadas contracarro y apoyo aéreo cercano detuvo el avance de nuestros cuatro ejes ofensivos en sus primeros 16 kilómetros».
La ofensiva egipcia del 14 de octubre se considera el mayor enfrentamiento de fuerzas acorazadas desde la batalla de Kursk (julio de 1943), que terminó con una aplastante derrota del ejército egipcio, perdiendo unos 200 carros de combate frente a los 20 destruidos de las IDF. Tras la batalla, el teniente general Haim Bar-Lev, comandante general del Frente Sur, declaró: «Los egipcios han vuelto a su antiguo ser y nosotros al nuestro». Tras el fracaso de la ofensiva, el ejército egipcio se retiró a sus líneas defensivas y las IDF tomaron la iniciativa en el Frente Sur, donde dos días más tarde, las fuerzas israelíes empezaron a cruzar el Canal y a tomar el control de zonas en la orilla occidental del mismo.
Por lo tanto, podemos afirmar que una de las principales razones del fracaso egipcio del 14 de octubre fue el hecho de haber abandonado el enfoque de armas combinadas por una formación para intensa en carros de combate.
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