Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XVII). «La Gran Manta Azul»

Entre los días 24 y 26 de noviembre de 1944, el alto mando de la Flota del Pacífico norteamericana celebró una conferencia en Pearl Harbor para abordar el problema de la amenaza kamikaze. Fruto de ello se abordaron importantes cambios en la estructura y organización de aviones y buques.

Caza nocturno F6F-5N Hellcat. Nótese el radar en el extremo de la ala derecha

El primero fue un cambio en las dotaciones de aviones de los portaaviones de la Task Force 38 (TF 38, fuerza de portaaviones de ataque). A partir de diciembre, un portaaviones de la clase Essex, que previamente contaba con un grupo aéreo de entre 38 y 45 cazas, 36 bombarderos en picado y 18 torpederos, incrementó su dotación de cazas a 73 (o incluso más, el Wasp tenía más de 100 en enero de 1945) y solo 15 bombarderos en picado y 15 torpederos.

La pérdida en las capacidades de ataque fue compensada en parte por la progresiva modificación de los cazas, F6F Hellcats y, desde finales de diciembre, los F4U Corsair para que pudiesen llevar hasta 900 kilos de bombas.

Además, por ese mismo tiempo, los kamikaze habían comenzado a llevar a cabo ataques nocturnos, en los que los incursores picaban contra los barcos siguiendo la firma de luz de los haces de balas trazadoras de sus blancos. Para hacer frente a este problema, el USS Enterprise (CV6) comenzó a operar como portaaviones nocturno, con un grupo aéreo de 27 TBM-3D Avenger equipados con radar para localizar los blancos y dirigir a 18 F6F-5N/P Hellcats, también equipados con radar, a interceptarlos.

USS Enterprise (CV6), que actuó como portaaviones nocturno.

El portaaviones ligero USS Independence había estado operando 9 Avengers y 16 Hellcats en una operativa similar desde agosto de 1944, y pronto se acometieron los cambios necesarios para que otros portaaviones tuviesen también su grupo aéreo nocturno de guías y cazas nocturnos.

Con sus dotaciones de cazas incrementadas, los portaaviones podían fortalecer las patrullas aéreas (CAP) poner en práctica una política de ataques preventivos contra los kamikazes. En apoyo de las operaciones de desembarco en Mindoro, entre el 14 y el 16 de diciembre, una fuerza diurna de unos 500 Hellcats, apoyados por unos 40 cazas nocturnos, sobrevolaron de continuo los aeródromos japoneses de Luzon.

El paraguas de cazas, llamado «la Gran Manta Azul» por el esquema de color azul oscuro de los cazas norteamericanos, produjo la destrucción de más de 170 aviones japoneses, muchos de ellos en el suelo o poco después de despegar, a un coste mínimo de 27 aviones norteamericanos. Los daños provocados por los kamikaze a las fuerzas de invasión fueron mínimos.

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