Estamos a 4 de marzo de 1862. Un pequeño ejército confederado, de no mucho más de 20 000 hombres acaba de abandonar Camp Defiance en dirección norte, bajo la dirección del general Earl van Dorn, quien tiene como objetivo recuperar Misuri para la confederación. Apenas habían pasado unas horas cuando el comandante en jefe confederado empezó a temblar, pocas horas después, preso de la fiebre, tenía que continuar viaje en ambulancia. Aun así, ordenó que la fuerza siguiera marchando hasta que sus hombres, medio congelados, empezaron a abandonar las filas, agotados. Era un sacrificio necesario si quería pillar desprevenidos a los federales, distribuidos de sur a norte, empezando por las dos divisiones del general de brigada Franz Sigel.
Casi tuvo éxito. El secreto de la marcha hacia el norte estuvo tan bien guardado que Sigel no se enteró del avance de Van Dorn hasta la tarde del día 5, cuando los confederados estaban a solo una jornada de marcha. La noche sorprendió a los confederados ya muy cerca de su objetivo, y su jefe decidió que madrugarían al día siguiente para aniquilar a las divisiones azules, pero el general federal madrugó más todavía y abandonó su campamento a las 2.00 horas del 6 de marzo con destino a Little Sugar Creek.
A las 9.00 horas del día 6, los rebeldes se presentaron ante Bentonville, donde Sigel había dejado una pequeña fuerza de cobertura –un regimiento y una batería–. Él mismo se había quedado al mando. Ante este obstáculo, Van Dorn decidió rodear con su caballería lo que él pensaba que era la totalidad de la fuerza de Sigel, y atacarla desde el sur con el resto de su fuerza para retenerla. La maniobra fracasó. El paisaje al norte de Bentonville estaba surcado de “rocas, barrancos y montañas, defendidas por un caballo de frisa natural formado por pequeños robles comunes rojos” y la caballería no pudo progresar. La jornada pasó en una estéril persecución que llevó a ambas fuerzas hasta Little Sugar Creek, donde ya lo estaba esperando el general de brigada Curtiss, bien fortificado, con el resto de su ejército. Ahora, si Van Dorn quería seguir, tendría que ejecutar un ataque frontal contra una posición bien atrincherada, o buscar otra solución.
La encontró. Poco después de anochecer, las tropas de Price se desplazaron hacia el oeste y cruzaron Little Sugar Creek por el ala derecha de Curtis, progresaron hacia el norte por un camino estrecho e incómodo y luego viraron hacia el este y sortearon por el norte una elevación alargada de unos 50 m de altitud. Se trataba de la colina de Pea Ridge. A las 8.00 del día 7 de marzo, las tropas de Sterling Price llegaron a Elkhorn Tavern y se posicionaron sobre Telegraph Road, tras ellos llegaba el resto del ejército confederado y, más al sur, Curtiss se enfrentaba a un campamento rebelde vacío.
Informado a primera hora de lo que había sucedido, Curtiss reaccionó con prontitud y eficacia y ordenó que sus fuerzas dieran media vuelta para enfrentarse a la nueva amenaza. Al hacerlo así, las divisiones de Osterhaus y Asboth (1.ª y 2.ª divisiones, del cuerpo de Sigel) quedaron en su ala izquierda, Davis (3.ª División) en el centro y Carr (4.ª División) en el extremo derecho de su frente. A continuación, el jefe de los federales ordenó a Osterhaus, un graduado de la Academia Militar de Berlín y antiguo oficial del Ejército prusiano, que iniciara la batalla.
Se pone interesante, un prusiano en el Oeste.