Día 25.– Durante el día se ha observado gran actividad en los trabajos de fortificación del enemigo, especialmente en el Sector Robles y Sur de KOLPINO.
Prisioneros soviéticos en Minsk. División española de voluntarios
Artillería:
EL enemigo hostilizó diversos sectores del frente haciendo un total de 220 disparos, entre ellas corresponden 74 a piezas de grueso calibre.
Bajas de personal:
Sector RUBIO: 2 soldados heridos.
Sector VILLALBA: 4 soldados heridos.
Sector SAGRADO: 3 Sargentos y 3 soldados heridos.
Sector ROBLES: 2 soldados heridos.
Prisioneros y pasados:
Por el Sector de FEDEROWSKOJE se han pasado a nuestras filas 5 soldados rusos.
Día 19.- Por el Sector Robles a las 24 horas el enemigo dio un golpe de mano siendo rechazado, dejando en nuestro poder 5 muertos.
General Muñoz Grandes, División Española de Voluntarios
El adversario se aproximó a las 23,00 horas a nuestras líneas por el Sector de la 2ª Compañía del Regimiento 263 siendo rechazado, dejando en nuestro poder 5 muertos.
Artillería:
La actividad artillera enemiga ha sido hoy mayor, realizando disparos de hostigamiento sobre nuestras líneas y retaguardia, haciendo un total de 321 disparos.
Las bolsas se forman como resultado de operaciones en las que el atacante rodea completamente a un gran número de fuerzas enemigas. Estos cercos son seguidos generalmente de una batalla de aniquilación, objetivo clásico de todas las operaciones de combate terrestre. Los principios involucrados en la conducción de penetraciones y envolvimientos, y en el cierre del anillo alrededor de la fuerza enemiga, están bien asentados en la doctrina táctica. Sin embargo, en esta sección el problema se enfocará enteramente desde el punto de vista del defensor. Las bolsas alemanas acontecidas en los frentes de la Unión Soviética –a menudo resultado de órdenes fanáticas de resistir ante amenazas ciertas de cerco- serán utilizadas como ejemplos ilustrativos de los principios tácticos aplicados por las unidades cercadas y las medidas que se tomaron en cada ocasión para facilitar una salida en dirección a las líneas alemanas.
Cuenta David Stahel en su quinto libro de la Pentalogía de Barbarroja (La retirada de Moscú, Ediciones Salamina): Encontrar tropas para apoyar al XX Cuerpo de Ejército era solo la mitad del problema de Hoepner; la otra mitad era transportarlas y abastecerlas. La 20.ª División Panzer de Thoma, por ejemplo, tenía 20 preciosos carros de combate, pero solo podían ser empleados en la defensa local porque carecían de combustible. Además, las frecuentes tormentas de nieve y las temperaturas gélidas, que a veces llegaban a los -40 ºC, entorpecían cualquier movimiento rápido. No fue hasta el 6 de enero cuando las fuerzas de Hoepner estuvieron en posición de atacar hacia el sur; pero incluso antes de que pudiesen iniciar las operaciones, llegó la noticia de que el flanco de Kübler había sido replegado durante la noche.
A la derecha el Coronel general Hoepner, comandante del Cuarto Grupo Panzer
El hueco entre los dos ejércitos había crecido otros 29 kilómetros. Para agravar más aún las malas noticias, las tres divisiones soviéticas que se habían colado por la brecha hacia el oeste habían girado hacia el norte y amenazaban con cercar al cuerpo de Materna. Hoepner propuso a Kluge replegar su flanco con el fin de protegerse contra la nueva amenaza soviética procedente del oeste, pero el mariscal insistió en continuar con el cumplimiento de la orden de Hitler de atacar hacia el sur. Era una gran apuesta. O Hoepner cerraba la brecha al sur, aislando complemente a las divisiones soviéticas, o el cuerpo de Materna sería cercado. La lucha continuó durante dos días, pero para la mañana del 8 de enero la brecha distaba de haber sido cerrada y la última carretera despejada de nieve disponible para Materna hacia el oeste fue cortada, dejándolo sin acceso a los suministros. Hoepner llamó a Kluge y le dijo que el XX Cuerpo de Ejército no tardaría «en irse al diablo» si no se le permitía retirarse.49 Kluge puso de inmediato el asunto en manos de Halder y «exigió categóricamente la autorización para retirarse».
Día 15.- El enemigo durante la noche pasada, apoyado por nutrido fuego de Artillería efectuó un golpe de mano sobre las posiciones del III Batallón del Regimiento 263 consiguiendo pasar nuestras alambradas; fue enérgicamente rechazado. Se hizo en los primeros momentos un prisionero herido que declaró que el Comisario político que mandaba las fuerzas murió en el combate. Se han recogido 3 muertos.
Diario de operaciones de la División Española de Voluntarios
Durante la madrugada de hoy en el reconocimiento efectuado por dos patrullas propias, se han recogido 60 cadáveres con su armamento.
Artillería:
La Artillería enemiga mostró más actividad que en días anteriores, disparando sobre distintos puntos del frente y retaguardia, haciendo un total de 914 disparos.
Del sur de Europa pasamos al norte. En los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, se produjo una contienda en la que tanto el Eje como la URSS se midieron fuerzas de cara a lo que pudiera pasar al futuro.
Ya vimos en entregas anteriores que los blindados soviéticos y caballos mongoles hicieron retroceder a los japoneses. Ahora, el ejército rojo los desplegó en la nieve, la Guerra del Invierno (1939-1940). Europa estaba en plena paz armada y Finlandia distaba de Petrogrado (San Petersburgo) por unos escasos cuarenta kilómetros. Stalin conociendo la situación quiso forzar la paz por miedo a Alemania y exigió veinte kilómetros. Ante la negativa finesa, la URSS usó como excusa el bombardeo de Mainila, conocido como incidente de Mainila.
En estos días se cumplen 78 años de la Batalla de Kursk. El texto siguiente, que narra la entrada en combate de la sección de carros pesados de Michael Wittmann está extraida del libro Michael Wittmann. As de tigres.
Batalla de Kursk. Carro pesado Tiger.
Finalmente, a las 03:45 horas se dio la orden de avance. Wittmann y su tripulación, junto con el resto del elemento panzer, estaban sometidos a una presión extrema. Debían avanzar y destruir a los defensores soviéticos tan pronto como fuese posible y crear una ruptura para las unidades de asalto de infantería de los siguientes escalones. De repente, sin advertencia previa, un gran número de cañones contracarro soviéticos dejaron escapar sus bruscos ladridos y comenzaron a acribillar el área por dónde avanzaba la sección de Tiger I de Wittmann. «¡Nos atacan, nos atacan!», gritó Wittmann por el interfono del carro.
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