Kampffgruppe SS Krafft, en combate (II)

En la entrada anterior describimos los primeros combates del Kampffgruppe Krafft, una pequeña unidad de las SS que, por casualidad, se encontró, el 17 de septiembre de 1944, en el camino de algunas de las unidades aerotransportadas británicas hacia el puente de Arnhem. Concretamente, el 1.er y el 3.er batallones de paracaidistas.

Soldados del 1.er Batallón Paracaidista cerca de Wolfheze

En torno a las 14.30 horas de aquel día, tras haber organizado y enviado a sus tropas al combate y tras haber informado a sus superiores, que son sus obligaciones principales, el SS-Sturmbannführer Krafft se personó en la localidad de Wolfheze, punto neurálgico de su dispositivo, para descubrir que sus hombres se han visto obligados a replegarse y que toda la localidad está ya en manos del enemigo. No es la única mala noticia. Si hasta este momento ha tenido que batirse contra el 1.er Batallón de paracaidistas, en ese momento está haciendo acto de presencia, al sur de las posiciones ocupadas por sus hombres, el 3.º, proveniente de Wageningen y que avanza por lo que hoy en día viene a ser la N-225.

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Kampffgruppe SS Krafft, en combate (I)

Situado al oeste de Arnhem, el SS-Sturmbannführer Krafft ha visto llegar a los paracaidistas alemanes y se dispone a actuar con su pequeña unidad, el SS-Panzergrenadier Ausbildungs und Ersatz Bataillon 16, también conocido como el Kampfgruppe Krafft. Son las 13.45 horas del 17 de septiembre de 1944, cuando el jefe de la pequeña fuerza alemana envía sus órdenes a las subunidades que componen la agrupación:

File:Bundesarchiv Bild 101II-M2KBK-771-27, Arnheim, erbeuteter Jeep mit Pak.jpg
  • A la 2.ª Compañía (situada en el hotel Wolfheze, a 1500 m del enemigo): “Ataquen de inmediato. Envíen información precisa sobre las posiciones enemigas”.
  • A la 4.ª Compañía y al estado mayor del batallón (situados en Rennenkampf): “Diríjanse de inmediato, en camiones, al hotel Wolfheze. Allí les esperan sus órdenes”.
  • A la 9.ª Compañía –armas pesadas– (situada en Arnhem). “Desplácense a sus posiciones de combate. Allí recibirán órdenes”.
  • Al pelotón de reconocimiento sito en Moellerke, compuesto por un oficial y tres soldados: “Vigilen la vía férrea en dirección a Wolfheze”.
  • Al pelotón de reconocimiento Huebner: “Informen sobre la situación al norte dela carretera Ede-Arnhem. Quiero saber dónde ha aterrizado el enemigo, con qué fuerzas y con qué armamento, si está motorizado, y la dirección de su avance si es conocida. La información debe ser enviada al hotel Wolfheze, durante mi traslado hasta el mismo”.

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Kampffgruppe SS Krafft, el engranaje destructor. Consideraciones.

Como adelantamos hace unos días, vamos a dedicar algunas entradas a recorrer uno de los acontecimientos singulares de la batalla de Arnhem, las acciones del Kampfgruppe Krafft, una pequeña unidad de entrenamiento que, situada a caballo sobre dos de las rutas de acceso hacia el puente, bloqueó a dos tercios de las fuerzas británicas que debían tomarlo, y resultó determinante para el resultado final de la batalla.

Un kettenkrad en la región de Arnhem

El propio SS-Sturmbannführer escribió en el diario de guerra de su batallón:

“17 de septiembre de 1944 [el día del ataque aerotransportado]

11.30 horas. Más o menos en este momento, comienza en el sector de Arnhem, Deelen y Wolfheze […] un bombardeo aéreo aterrador.

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Kampffgruppe SS Krafft, el engranaje destructor. Presentación.

Market-Garden, el gran asalto aerotransportado aliado sobre Holanda, es una operación sobre la que han corrido ríos de tinta desde que el periodista Cornelius Ryan la popularizó en su Un puente lejano. Toda narrativa necesita un villano, y dejando aparte a los alemanes, para la obra citada el personaje seleccionado fue el general británico Montgomery, promotor de la operación y, en consecuencia, responsable final de su fracaso y de la pérdida casi completa de la 1.ª División Aerotransportada británica. Sin duda hay algo de cierto en ello. Todo jefe debe hacerse cargo de los fallos de sus planes. Pero si estamos de acuerdo en esto. ¿Por qué detenernos en Montgomery? ¿Acaso no tuvo un oficial superior, el general Eisenhower, que autorizó la operación? ¿Y no tuvo este último sus propios jefes en las instancias políticas que dirigían los países aliados? Vamos a dejar estas preguntas aquí, porque también podríamos mirar hacia abajo: el general Frederick Browning, jefe del 1.er Ejército Aerotransportado; el también general Roy Urquhart, al mando de la división británica destruida; jefes de brigada, batallón… ¿Dónde tienen que detenerse las responsabilidades? Tal vez debiéramos fijarnos también en el enemigo, que es lo que vamos a hacer en estas entradas.

Soldados del cuartel general del 1.er batallón paracaidista, antes del despegue.

Cuando los británicos aterrizaron entre Heelsum y Wolfheze, al oeste de Arnhem, el 17 de septiembre, eran conscientes de que tenían que darse prisa para recorrer la quincena de kilómetros que los separaban del puente que debían conquistar. Para ello, habían dispuesto que la 1.ª Brigada paracaidista se lanzaría por tres rutas hacia la localidad, y el preciado objetivo. La ruta norte, llamada “Leopard” (por Wolfheze y siguiendo la vía del ferrocarril), iba a recorrerla el 1.er Batallón Paracaidista; el 2.º iría por la ruta sur “Lyon”, que pasaba por Heelsum y Heveadorp antes de llegar a la orilla norte del río (más o menos por la actual Van der Molenallee y Benedendorpsweg); y el 3.º iba a seguir la ruta central, “Tiger”, (por Heelsum y Oosterbeek, siguiendo la actual N-225). Solo el batallón del sur, dirigido por el comandante John Frost, llegaría al objetivo. ¿Qué sucedió con los otros dos?

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Medalla de Honor – Carlton W. Barrett

Nacido en Fulton, Nueva York, el 24 de noviembre de 1919, Barrett fue llamado al servicio militar en Albany, Nueva York el 29 de octubre de 1940. Tras completar el periodo básico de instrucción, fue destinado como fusilero al 18.º Regimiento de Infantería de la 1.ª División de Infantería, la «Gran Uno Rojo».

Barrett era, probablemente, el más bajo de todo el regimiento, con su 1,64 metros. En la mañana del 6 de junio de 1944, Día D, formó parte de un grupo de reconocimiento de tres hombres al que le habían asignado el cometido de establecer un punto de reunión en Playa Omaha para las fuerzas del regimiento, radiar la ubicación de dicho punto al barco que transportaba al regimiento, y luego esperar la llegada de la unidad.

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Mayo de 1940. El «milagro» de Dunkerque.

Estamos a 24 de mayo de 1940. Tras haber roto el frente francés sobre el río Mosa y arrasado con toda la retaguardia hasta llegar a Abbeville, los Panzer han efectuado un giro hacia el norte de 180º y amenazan la retaguardia de los ejércitos aliados: belga, británico y francés, que se retiran por Flandes hacia las playas de Dunkerque.

No todos los soldados británicos consiguieron escapar, aquí podemos ver algunos prisioneros, pero aún así, fue un auténtico milagro.

El escenario está listo para convertir la campaña de Francia en una batalla de aniquilación que acabe completamente con las fuerzas armadas británicas (concentradas en la British Expeditionnary Force) y lo más granado de las francesas. Y repentinamente, Hitler dio orden de que sus divisiones acorazadas se detuvieran y dejaran pasar a los ejércitos aliados hacia las playas. Gracias a esta decisión, casi 340 000 soldados francobritánicos conseguirán cruzar el canal hasta Inglaterra, pues para cuando los blindados alemanes vuelvan a atacar ya tendrán delante un frente consolidado capaz de retrasar su avance hacia las playas.

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Defensas alemanas de las costas europeas – Artículo GEHM

El sistema militar alemán contemplaba que el Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea serían considerados como ramas de un solo servicio, las Fuerzas Armadas (Wehrmacht), encabezadas por el Alto Mando de las Fuerzas Armadas (Oberkommando der Wehrmacht o OKW).

El OKW controlaba todas las cuestiones relativas a la política inter-servicios y se encargaba de la preparación para la guerra y de la realización de las operaciones. Así, el Alto Mando alemán se dividió en cuatro partes: (1) OKW; (2) Alto Mando del Ejército (OKH); (3) Alto Mando de la Fuerza Aérea (OKL); y (4) el Alto Mando Naval, (OKM). En tiempos de paz, la Marina de Guerra Alemana era responsable de toda la artillería de defensa costera.

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