En la entrada anterior describimos los primeros combates del Kampffgruppe Krafft, una pequeña unidad de las SS que, por casualidad, se encontró, el 17 de septiembre de 1944, en el camino de algunas de las unidades aerotransportadas británicas hacia el puente de Arnhem. Concretamente, el 1.er y el 3.er batallones de paracaidistas.
En torno a las 14.30 horas de aquel día, tras haber organizado y enviado a sus tropas al combate y tras haber informado a sus superiores, que son sus obligaciones principales, el SS-Sturmbannführer Krafft se personó en la localidad de Wolfheze, punto neurálgico de su dispositivo, para descubrir que sus hombres se han visto obligados a replegarse y que toda la localidad está ya en manos del enemigo. No es la única mala noticia. Si hasta este momento ha tenido que batirse contra el 1.er Batallón de paracaidistas, en ese momento está haciendo acto de presencia, al sur de las posiciones ocupadas por sus hombres, el 3.º, proveniente de Wageningen y que avanza por lo que hoy en día viene a ser la N-225.