La Unión Soviética tuvo un gran interés y estuvo muy involucrada en los asuntos que ocurrían en Oriente Medio, su objetivo en el mundo árabe era tratar de contrarrestar la influencia de Occidente, así como tratar de expandir la suya entre aquellos países cuya ideología se acercaba a la soviética.
De este modo, las ambiciones ideológicas y políticas de la URSS la llevaron a establecer fuertes alianzas con los gobiernos de países como Egipto, Irak, Siria, Argelia o Libia. Esto se debería al desarrollo y surgimiento de movimientos nacionalistas árabes contrarios al colonialismo e imperialismo occidental, tendentes hacia el socialismo. El mayor exponente de estos movimientos lo encontramos en la figura del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, quien pasaría a la historia por la defensa de ideas como el panarabismo y el socialismo árabe. El surgimiento de estos gobiernos llevó a la Unión Soviética a establecer fuertes vínculos con estos países, a los que prestó un gran apoyo político, económico y militar especialmente a raíz del estallido del conflicto árabe- israelí.