IX.- Asalto: el 12 de octubre.
La situación, al alba, era la siguiente.
En la batería antiaérea, la fuerza comandada por el Starshiy-Laytenant Leonov llevaba toda la noche sometida a furiosos contraataques, ejecutados mayoritariamente por fuerzas alemanas que habían cruzado por mar desde Liinakhamari en pequeñas embarcaciones. Esto ya suponía cierto éxito para la misión soviética, pues habían conseguido debilitar la guarnición de la ciudad al otro lado de la bahía. Los insistentes ataques alemanes disfrutaron, además, del apoyo de fuego indirecto suministrado tanto por las baterías costeras sitas en Liinakhamari como, tal vez, por la que estaba en el extremo norte del Cabo Krestoviy.

Las bajas causadas a la fuerza de Leonov por estos contraataque fueron tan importantes que esta, finalmente, fue incapaz de seguir resistiendo y de conservar las piezas de 88mm, y se retiró a una colina cercana, aunque no sin llevarse los cierres de las culatas de los cañones, dejándolos inutilizados.