Viento divino – El fenómeno kamikaze japonés (XV). Contramedidas aliadas contra los ataques kamikaze

La Marina estadounidense afirmaba en mayo de 1945 que «la mejor defensa contra el bombardero suicida es un CIC bien entrenado y coordinado [CIC, Centro de Información de Combate; un puesto de dirección en cada barco y un barco en cada grupo, generalmente el buque insignia, que proporciona una coordinación central de toda la información de combate] y una agrupación de cazas».

Las medidas tomadas por los japoneses para confundir a los oficiales de cubierta de vuelo y al centro de información de combate han sido expuestas en entradas anteriores. Resultaron efectivas en Filipinas, donde según estimaciones de la Marina, solo el 17 % de todos los kamikazes que iniciaron aproximaciones de ataque fueron derribados por la patrulla aérea, en comparación con el 50 % derribados por la artillería antiaérea.

Pese a las medidas tomadas a partir de diciembre de 1944 para mejorar la acción de la patrulla aérea, que describiremos más adelante, la artillería antiaérea continuó siendo el verdugo de los kamikaze que lograban avistar y atacar sus blancos. La única manera segura de detener a un kamikaze, decía el boletín de la Marina, era la «desintegración total», y el arma apropiada para ello era el cañón de 127 mm de doble propósito. A partir de enero de 1943, estas armas antiaéreas pesadas disparaban proyectiles equipados con espoletas de proximidad y un transmisor de radio que emitía señales contra un objeto sólido, por ejemplo un avión, y hacía estallar el proyectil cuando los intervalos entre las emisiones alcanzaban su mínimo.

La espoleta de proximidad fue tan efectiva en 1943-44 que historiadores de la Marina afirman que fue el factor principal que indujo a los japoneses a emplear tácticas kamikaze. Incluso sin espoletas de proximidad, el cañón de 127 mm con radar y guía computerizada, que calculaba la elevación, programaba las espoletas y disparaba la pieza, fue el arma más efectiva contra los kamikaze, complementada a alcances menores por un muro de fuego efectuado por los montajes de 40 y 20 mm.

Los misiles guiados se tuvieron en consideración para su empleo contra kamikazes, concretamente el misil Stooge británico que desarrollaba Fairey Aviation desde principios de 1944. Este misil guiado por radio de 335 kilos de peso y cabeza de guerra de 100 kilos, parecía un pequeño avión sin piloto. Despegaba de una rampa lo suficientemente pequeña como para ser instalada en un navío de guerra y alcanzaba una velocidad de 804 km/h y una distancia de 13 km. Aunque estuvo operativo a partir de febrero de 1945, nunca alcanzó estatus operacional.

También se sugirió que los científicos alemanes detenidos en Peenemünde en mayo de 1945 debían ser asignados a un programa de choque para desarrollar un misil antiaéreo Wasserfall guiado por radio para ser empleado por en funciones anti kamikaze. Tenía una autonomía de 35 km, una cabeza de guerra de 145 kilos y una velocidad superior a Mach 1. Este misil había iniciado su periodo de pruebas en febrero de 1944 pero nunca llegó a entrar en servicio.

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