1943-44, «l’Amalgame – las dos refundaciones del ejército francés 1ª Parte

En junio de 1940 toda Francia yacía a los pies del conquistador alemán. ¡Toda no!, como más adelante diría el guionista de Astérix, un pequeño núcleo resistía aún al invasor, claro que no en Armorica, sino en Londres. Desde el llamamiento a la resistencia emitido por de Gaulle el 18 de junio de 1940 –que a pesar de la leyenda posterior no escuchó casi nadie, pues ni había tantas radios, ni todas estaban encendidas y sintonizadas con la BBC en aquel preciso momento- hasta la vuelta a la guerra del ejército francés, este pasó por una larga etapa de escasez y por dos grandes refundaciones.

Combatientes de la Brigada Koenig en Bir Hakeim

La etapa de escasez fue la época de protagonismo de las Fuerzas Francesas Libres, en la cual se cubrieron de gloria, entre otras unidades, la brigada del General Koenig, en Bir Hakeim, o la columna Leclerc en el profundo Sáhara, sin olvidar algunos buques de la marina y varias escuadrillas de la fuerza aérea. Sin embargo, con el desembarco angloamericano en Marruecos y Argelia todo esto iba a cambiar.

Cuando se produjo el ataque, y bajo la consigna de resistir <<contra cualquiera>> el ejército colonial francés desplegado en los dos países antedichos se opuso brevemente a los aliados, pero fue incapaz de oponerse eficazmente a los alemanes en Túnez, para finalmente, gracias en parte a la providencial presencia en África del Almirante Darlan, pasarse al bando aliado y declarar la guerra a los alemanes bajo el mando militar supremo del General Giraud.

El ejército colonial tuvo una cierta presencia en la campaña tunecina, donde varias divisiones, algunas de las cuales se habían retirado hacia el interior desde la capital misma del mandato, tuvieron algo de protagonismo defendiendo el sector central del frente, mientras que las Fuerzas Francesas Libres, mayoritariamente integradas en el 8º Ejército Británico, también combatían contra los alemanes, como llevaban haciendo ya mucho más tiempo.

Giraud, a la izquierda, y de Gaulle, a la derecha, haciendo como que se entienden en una de las fotos más forzadas que jamás protagonizaron.

La primera refundación fue fruto de esta situación. La presencia de dos ejércitos franceses en el Norte de África solo podía crear tensiones, y mientras el Comité Nacional Francés, dirigido por de Gaulle, luchaba para arrebatar al General Giraud el control político del territorio, ambos ejércitos empezaron a luchar entre ellos para expandirse: los voluntarios de la primera hora robando hombres y oficiales valiosos al ejército del Norte de África, y este reforzándose gracias a los acuerdos firmados en Anfa por Giraud y Roosevelt, que acordaban que los Estados Unidos suministrarían material y armamento para la fundación de varias divisiones francesas que combatirían bajo el mando de Giraud.

De Gaulle ganó la batalla política al fundarse el Comité Francés de Liberación Nacional, donde tras una corta bicefalia Giraud acabaría relegado al puesto, exclusivamente militar, de Comandante en Jefe; y ambos ejércitos acabaron por fusionarse, no sin que surgieran tensiones –a fin de cuentas muchos oficiales consideraban que sus colegas de la otra parte eran <<traidores>> bien por no haber apoyado el gobierno de Pétain o bien por haberlo hecho- y no sin que ambas fuerzas conservaran buena parte de su idiosincrasia. Así, la 1ª División Francesa Libre fue siempre una unidad de la Francia libre, mientras que divisiones como la 2ª de Infantería Marroquí, la 3ª de Infantería Argelina o la 4ª División Marroquí de Montaña entroncaron desde el principio con el Ejército de África. A pesar de esto las cuatro formarían del Cuerpo Expedicionario Francés en Italia, que iba a cubrirse de gloria en las batallas por Cassino.

Un Goumier, a medio camino entre el mercenariado y la tropa de élite, su actuación en Italia ha sido muy discutida.

Por otro lado, la unidad que mejor demostró el espíritu deseado para este nuevo ejército fue la 2ª División Blindada, comandada por Leclerc, que acogió en su seno –aunque no sin ciertas tensiones iniciales- unidades menores que tenían su origen en ambas organizaciones. Esta unidad, aunque no combatió en Italia, se haría muy famosa posteriormente combatiendo en Alençon y participando en las liberaciones de París y Estrasburgo.

Sigue en 1943-44, “l´Amalgame”. Las Dos Refundaciones del Ejército Francés. (2º parte)

3 comentarios en «1943-44, «l’Amalgame – las dos refundaciones del ejército francés 1ª Parte»

  1. Del tremendo ejército francés de 1940 a justo unas pocas divisiones, y eso gracias a la ayuda yankee, que si no, ni para eso tenían.
    En la campaña tunecina los yankees quedaron muy preocupados con las capacidades de combate francesas. Tenían tan pocas radios que las baterías de artillería se comunicaban con banderas por ejemplo. Y decidieron que para enviar tropas al frente primero debían estar equipadas con unos medios acordes a los que ellos mismos usaban. No como Hitler que exigía y exigía a sus aliados pero a penas les enviaba materiales. Italia aún era un país industrializado pero Rumanía o Hungría eran incapaces de dotar minimamente a sus divisiones.
    Creo recordar que a penas fueron capaces de organizar 8 divisiones para la liberación de Francia. Eso si, dejaron muchas tropas en África por si los negritos se revolvían.

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  2. Para empezar, mi estimado Dani, yo no emplearía la expresión «negritos», que me parece un tanto despectiva.

    Dicho esto, tal vez sea necesario recurrir a bibliografía más moderna: Le Goyet, Belle, Saint Martin, Chaix… fuera de Francia es muy interesante leer a Frieser, que en breve se publicará en español, y una de cuyas tesis fundamentales viene a ser que la victoria de 1940 se debió exclusivamente a la intervención inspirada de unos pocos, muy pocos, oficiales alemanes.

    Con respecto a la campaña tunecina, tal vez sería bueno no olvidar que si los británicos llegaron casi hasta Túnez y Bizerta, se debió en parte a que había tropas francesas sobre las dorsales al sur del Medjerda. Ciertamente eran las mismas tropas que, en medio del caos político-militar provocado por Torch y Alaric, no habían sabido que hacer y habían cedido Túnez a los alemanes. Pero luego su presencia, con las armas de que disponían, resultó bastante bienvenida.

    Siguiendo con la campaña de Túnez haré dos apuntes más. Desde el punto de vista positivo creo que no se debería olvidar que los franceses disponían del armamento que les había permitido conservar la comisión de armisticio italo-alemana. Desde el punto de vista negativo, las tropas francesas en Túnez no sufrieron, en ningún momento, una debacle como la que sufrieron los estadounidenses durante la ofensiva alemana contra Kasserine.

    Con respecto al rearme del Ejército de África y su participación en Europa:
    – Salvando Alemania desde la organización del Volksturn, ninguno de los países beligerantes incorporó a filas un porcentaje de población tan elevado como el porcentaje de franceses (raciales) del Norte de África que se incorporaron a las <> divisiones organizadas en 1943-44.
    – El plan de refundación del ejército francés fue mucho más ambicioso que 8 divisiones. Sin embargo, no disponiendo de fábricas propias de armamento, tampoco recibieron más equpamiento de sus aliados, lo que además supondrá un grave problema cuando, una vez en Francia continental, empiecen a incorporarse a filas algunos ex-resistentes (muchos de ellos combatirán de todos modos, pero con armamento obsoleto, lo que fue tan heroico como estúpido).
    – Centrándome ahora, a modo de ejemplo, en el Cuerpo Expedicionario Francés en Italia, compuesto por cuatro divisiones, su proporción de Magrebíes/Franceses Europeos, fue la siguiente:
    2ª DIM 60 / 40%
    3ª DIA 60 / 40%
    4ª DMM 65 / 35%
    1º DFL 40 / 60%.
    Estas tropas, por cierto, fueron las primeras en romper la línea Cassino, dos veces.
    – Con respecto al 1er Ejército Francés, y olvidando si se quiere la durísima batalla que tuvieron que luchar en los Vosgos, a finales de 1944, en apoyo del flanco sur de los ejércitos estadounidenses, tan malos no debían ser si se les confió un sector tan importante del frente (en 1945 iba desde Estrasburgo hasta la frontera Suiza).
    – Y, finalmente, con respecto a las posibles revueltas de los magrebíes, lo cierto es que en el Norte de África hubo más tropas estadounideneses que francesas, lo que casa bastante mal con ese supuesto ejército de seguridad (por llamarlo de algún modo). No hay que confundir 1944 con 1954.

    Añadir que la historiografía posterior a la segunda guerra mundial ha castigado de un modo excesivamente duro tanto al ejército de 1940 como al del Norte de África de 1943 o al 1er Ejército Francés de 1944-45. La historiografía anglosajona por el obvio motivo de que ellos tampoco se cubrieron de gloria en 1940, y en 1943-45 estaban en claro declive. La historiografía francesa porque necesidades sociopolíticas opusieron el <> ejército, el de las Fuerzas Francesas Libres y el de la resistencia, al antiguo, formado por los tres cuerpos citados al principio de este párrafo. No deja de ser llamativo. Por lo demás, para quien quiera ahondar en el tópico, recomiendo el excelente <> de Hugh Sebag-Montefiore, que maneja muchísima información y saca conclusiones perfectamente sesgadas.

    Un saludo.

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  3. La imposibilidad de organizar un ejército francés expedicionario para liberar Francia de más de 8 divisiones, no solo se debió a la falta de materiales. Hay que tener en cuenta que con las fábricas USA a pleno rendimiento, material no es lo que faltaba. No solo fue falta de material, también les faltaban oficiales y personal técnico, tan necesario en un ejército de la era industrial. Luego en 1944 y 1945 la falta de trasferencias de material al ejército francés se debió a problemas políticos y a que ya no eran imprescindibles.
    El nuevo ejército francés creado en el norte de África demostró en Italia y luego en Francia y Alemania, que eran tan buenos como los mejores. Y en Italia en concreto demostraron que eran mejor que la media en guerra de montaña. Por cierto que en Túnez les asignaron un sector del frente relativamente tranquilo en el que los alemanes no podían hacer ofensivas fulgurantes, porque era una zona montañosa.
    Las FAS norteamericanas eran tan grandes, que allí donde iban eran más que los ejércitos locales. Durante la IIGM hubo tropas norteamericanas en casi todas partes. Por ejemplo en Brasil. Y hablando de Brasil, el cuerpo expedicionario de dicho país en Italia también fue armado por los USA, para que no hubiera puntos débiles en el frente.

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