Esta es la historia del navío de línea español Glorioso, que en julio de 1747, en su viaje de América a España, sostuvo cuatro combates distintos con cuatro grupos navales ingleses, derrotando a tres y rindiéndose durante el cuarto encuentro por falta de munición, tras haber cumplido su misión originaria.
El Glorioso cañoneando al Russel. A la izquierda se hunde el Darmouth
El Glorioso, de 70 cañones y botado en La Habana en 1740, transportaba 4 millones de pesos en plata desde América al mando del capitán Don Pedro Mesía de la Cerda. A su paso por las Azores, Mesía distinguió entre la niebla un convoy inglés. Cuando ésta se disipó, quedaron a la vista unos 10 buques enemigos, de los cuales tres eran buques de guerra: el navío Warwick de 60 cañones, la fragata Lark de 40 cañones y un bergantín de 20 cañones. Este último aprovechando la velocidad se colocó en la popa del Glorioso para cañonearlo, siendo rechazado por el rápido emplazamiento de 4