Son las 4.00 horas del 27 de marzo de 1945 y los alemanes están a punto de desencadenar una de sus últimas contraofensivas de la guerra, a la que, por cierto, le quedan más o menos cinco semanas. El objetivo: reabrir el corredor que comunica la ciudad de Küstrin, sitiada el pasado día 23, con el escaso territorio que le queda ya al Reich de los mil años. El asalto se llevará a cabo utilizando como eje la línea de ferrocarril que va de Werbig a Küstrin, y en el centro del despliegue alemán progresarán la 20.ª División de Panzergrenadier y la Führer Grenadier Division, que deberán llegar hasta el río en un sector que va desde el propio puente de ferrocarril hasta el Kalenziger Bunst (un ramal del río Oder frente a Genschmar).
En el extremo norte atacó el Kampffgruppe 1001 noches, con un total de 390 hombres y 49 cazacarros Hetzer. Una fuerza impresionante, sin embargo, parece que los blindados llegaron tarde al punto de partida pues tenían que cruzar bajo un túnel de ferrocarril intensamente batido por la artillería soviética. Una de las tres compañías que formaban esta unidad consiguió llegar muy cerca de Genschmar, donde al amanecer empezó a sufrir un fuego muy intenso, y tuvo que retirarse. En total, el 1001 noches perdió 25 Hetzer, y fueron baja 51 muertos, 336 heridos y 21 desaparecidos (estas cifras suman más de los 390 hombres iniciales, pero a estos hay que sumar los 196 tripulantes de los blindados).