Al parecer, el plan de guerra egipcio incluía dos fases. La primera fase consistía en cruzar el Canal y establecer posiciones defensivas en la orilla oriental; la segunda fase consistía en reforzar las fuerzas en la orilla oriental del Canal, fortalecer las posiciones defensivas y repeler los contraataques israelíes. Este plan en dos fases se ejecutó en su totalidad durante los primeros días de la guerra.
Las fuerzas egipcias que cruzaban el Canal sortearon los pocos puestos avanzados israelíes en la orilla oriental del Canal y repelieron los intentos improvisados de las unidades blindadas israelíes de desalojarlos o de unir fuerzas con los asediados puestos avanzados israelíes. Posteriormente, los esfuerzos egipcios se centraron en ampliar su domino en la orilla oriental. La expansión tuvo lugar tanto hacia el este, para crear cierta profundidad defensiva, como hacia el norte y el sur, para unir fuerzas con las otras cabezas de puente y formar dos zonas defensivas continuas, cada una de ellas formada por un ejército.
La zona defensiva establecida por el ejército egipcio tenía entre 8 y 12 kilómetros de profundidad y constaba de cuatro líneas, basadas en el concepto de armas combinadas, y haciendo hincapié en la potencia de fuego frente a la superioridad de las fuerzas israelíes en materia de maniobra. La primera línea consistía en campos de minas, colocados en el frente y en los flancos de la zona defensiva. La segunda línea, la más importante, estaba integrada por un denso despliegue de diversas armas contracarro, principalmente misiles guiados contracarro AT-3 «Sagger» y lanzagranadas RPG-7, aunque también incluía cañones contracarro de diversos calibres, así como carros de combate y transportes acorazados de personal con misiles Sagger para reforzar la defensa contra los ataques israelíes.
Además, había carros de combate en la orilla occidental, que proporcionaban apoyo de fuego directo. El dispositivo contracarro incluía también equipos de cazacarros, en su mayoría basados en comandos, que solían salir de la zona defensiva y tendían emboscadas a los carros israelíes que se dirigían a la zona de cruce. La tercera línea era una densa formación antiaérea, compuesta por varios tipos de misiles y cañones antiaéreos. Tanto las baterías de misiles fijas (SA-2, SA-3) como las móviles (SA-6) estaban situadas en la orilla occidental del Canal.
Las zonas de fuego de las baterías se superponían, proporcionando un apoyo muto entre las baterías y la formación fija estaban también reforzada por baterías móviles, capaces de cambiar de posición, sorprendiendo así a los ataques israelíes y cerrando las brechas en caso de que alguna de las baterías fijas fuese alcanzada. En la orilla oriental, los soldados estaban armados con misiles SA-7 lanzados desde el hombro y contaban con el apoyo de cañones antiaéreos, principalmente ZSU-23X4. Utilizando este Sistema Integrado de Defensa Antiaérea (IADS), los egipcios eran capaces de interceptar los aviones de ataque israelíes a varias altitudes y, de hecho, consiguieron mermar gravemente la capacidad de la IAF para prestar apoyo a las fuerzas terrestres israelíes.
La cuarta línea del plan egipcio contemplaba el uso extensivo de la artillería, primero como apoyo al cruce y luego bombardeando a las unidades acorzadas israelíes con el fin de impedir que se reagrupasen o de que disparasen a las tropas egipcias desde posiciones fijas. En opinión de Saad el Shazly, jefe del Estado Mayor egipcio durante la guerra, estos movimientos eran la solución operativa a la ecuación de proporciones de fuerzas y eficacia operativa entre los ejércitos israelí y egipcio. Afirmó que el principal problema de Egipto era la superioridad aérea de Israel y su capacidad de realizar contraataques acorazados rápidos. Por lo tanto, la solución era un cruce rápido del Canal y un establecimiento inmediato de posiciones defensivas.
Cualquier intento ofensivo más allá de esto era imposible, según Shazli, y habría estado condenado al fracaso. En la estimación del alto mando egipcio, las IDF eran capaces de lanzar un contraataque blindado en un plazo de 30 minutos a 2 horas, pero los blindados egipcios necesitarían 16 horas para cruzar el Canal y estar listos para el combate. La solución fue equipar a los soldados de infantería con un gran número de armas contracarro, limitar el avance hacia el este atrincherándose a poca distancia del Canal para que los carros de la orilla occidental pudiesen proporcionar fuego de apoyo, un uso masivo de la artillería y permanecer bajo el paraguas del Sistema Integrado de Defensa Antiaérea. Como se verá, esta formación defensiva consiguió repeler los contraataques israelíes, especialmente el lanzado el 8 de octubre.
Muy interesante. …
Por cierto. Con ciertas analogías (salvando las distancias) con los acontecimientos actuales de la guerra de Ucrania
Saludos
Bueno, realmente aquí Egipto es el que invade e intenta después mantener las posiciones alcanzadas. En el caso de Ucrania, ésta es la invadida.
Creo que Egipto sobrevaloró en esta guerra sus propias fuerzas, y sobre todo las aliadas.
Se dice que en realidad el Sadat no quería ganar la guerra (porque lo veía imposible), sino ganar algunas batallas para restaurar el honor egipcio y luego negociar desde una posición de fuerza. De hecho con esas negociaciones posteriores recuperó todo el territorio egipcio. Eso si, a los palestinos que les dieran. Cosa que al final han hecho los demás países árabes.