Batallas navales – 1827 Bahía de Navarino (II)

Ibrahim continuó las operaciones terrestres, que incluían la quema de villas y campos griegos. Los fuegos eran claramente visibles desde los barcos aliados.

Una partida británica de desembarco informó de que la población griega de Messenia estaba a punto de morir de hambre. El 13 de octubre, se le unió a Codrington el escuadrón francés al mando de Rigny y un escuadrón ruso al mando del almirante conde L. Heyden frente a las costas de Navarino. Ambos eran de graduación inferior a Codrington, que también era el que tenía más barcos, así que decidieron ponerse bajo su mando.

El 20 de octubre de 1827, tras intentos infructuosos de contactar con Ibrahim Pasha, Codrington consultó con los demás comandantes aliados y tomó la decisión de entrar en la bahía de Navarino con la flota combinada de los escuadrones anglo-franco-ruso. Los aliados contaban con 11 navíos de línea y otros 15 buques de guerra menores. Codrington izó su bandera en el buque de línea Asia (84 cañones).

También contaba con 2 navíos de 74 cañones, 4 fragatas y 4 bergantines. El almirante francés De Rigny tenía 4 buques de línea de 74 cañones, 1 fragata y 2 goletas. El almirante conde Heyden disponía de 4 buques de línea de 74 cañones y 4 fragatas. Los egipcios y los otomanos contaban con 65 buques de guerra en el puerto de Navarino: 3 buques de línea otomanos ( 2 de 84 cañones y 1 de 76), 4 fragatas egipcias de 64 cañones cada una, 15 fragatas otomanas de 48 cañones cada una, 18 corbetas otomanas y 8 corbetas egipcias de entre 14 y 18 cañones cada una, 4 bergantines otomanos y 8 bergantines egipcios de 19 cañones cada uno, y 5 o 6 buques menores. También había algunos barcos de transporte y otras embarcaciones.

A medio día del 20 de octubre, los buques aliados iniciaron la marcha en dos líneas al interior de la bahía de Navarino. Los británicos y los franceses formaban una línea y los rusos la otra. Los otomanos exigieron a Codrington que se retirase, pero el almirante británico replicó que estaba allí para dar órdenes no para recibirlas. Advirtió que si se les hacía algún disparo a los buques aliados, destruiría a la flota turco-egipcia.

Los buques otomanos y egipcios se hallaban fondeados en forma de media luna con sus flancos protegidos por baterías costeras. A las 2:00 pm los buques aliados comenzaron a entrar en la bahía. A continuación comenzaron a tomar posiciones en el interior de la media luna. Los buques británicos quedaron frente al centro de la línea otomana-egipcia, mientras que los franceses se colocaron frente a la izquierda otomana y los rusos ante la derecha.

Las baterías de costa del fuerte de Navarino no contestaron a la maniobra aliada. Aún así, el plan de Codrington parecía bastante arriesgado, ya que invitaba a los otomanos a rodear a los buques aliados, que con el viento a favor del suroeste corrían el peligro de quedar atrapados. El plan era sencillamente un reflejo de la absoluta confianza de los aliados en su superioridad táctica.

Codrington despachó a la fragata Dartmouth a un navío otomano en posición de dominio de la entrada de la bahía con órdenes de que se retirara. El capitán del Dartmouth envió un bote al navío otomano, que abrió fuego de mosquete sobre él, matando a un oficial y a varios marineros. De inmediato el fuego se volvió generalizado, abriendo también fuego sobre los buques aliados las baterías costeras.

El consiguiente combate de cuatro horas de duración, esencialmente una serie de duelos individuales a cañón entre baterías flotantes a corta distancia sin un plan general, se pareció más a una carnicería que a una batalla. Tres cuartas partes de los buques de la flota turco-egipcia fueron destruidos, bien por el fuego aliado o incendiados por sus tripulaciones para evitar su captura.

Solo uno, el Sultane, se rindió. Las pérdidas aliadas en personal fueron 177 muertos y 469 heridos; las estimaciones de bajas turco-egipcias exceden los 4.000 hombres. La noticia de la victoria aliada fue recibida con gran entusiasmo en prácticamente toda Europa. La Sublime Puerta, furiosa con lo que había sucedido, exigió reparaciones de guerra. Llamado a Gran Bretaña, Codrington fue absuelto del cargo de desobediencia de órdenes.

La batalla de la bahía de Navarino dejó libre a la Flota Rusa del Mar Negro, de modo que en abril de 1828 Rusia declaró la guerra a Turquía. En agosto, Egipto se retiró de las hostilidades, lo que prácticamente supuso el fin de la guerra. En el Tratado de Londres de mayo de 1832, Grecia obtuvo su independencia.

Puede considerarse que la batalla de la bahía de Navarino fue el último gran enfrentamiento de buques de línea de propulsión a vela.

Viene de Batallas navales – 1827 Bahía de Navarino (I)

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2 comentarios en «Batallas navales – 1827 Bahía de Navarino (II)»

  1. Yo hace años leí una novela en la que de pasada se trataba esta batalla y claro no me di cuenta que aunque en número de buques los otomanos y egipcios fueran superiores, en el número de navios la superioridad aliada era tremenda. Habría que comparar la andanada de unos y otros. A parte de que los navios aún con madera iban más o menos blindados pero las fragatas y otros buques menores no……….

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  2. En efecto, la gran ventaja de los aliados frente a los otomanos, además de la superioridad táctica y de entrenamiento era la gran diferencia entre los barcos de gran porte que tenían unos y otros. 11 navíos frente a 3 de los turcos y un montón de grandes fragatas y barcos menores. Unimos a la superioridad táctica y tripulaciones con mas pericia un mayor poder artillero y mas resistencia.
    Los turcos podían hacer algo mas, lo que pasa es que no esperaban un enfrentamiento y las baterías de tierra actuaron de forma mediocre con el enemigo dentro de la bahía una vez se empezó la función..
    Saludos

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