Uso de vehículos de combate en la historia (XVIII) – Francia 1940

Aunque Francia y Alemania se habían declarado la guerra cuando la última atacó Polonia, el conflicto no estalló hasta 1940. Durante este periodo de Guerra de Broma (Drole de Guerre), los alemanes pudieron aprovisionarse, movilizar ejércitos y preparar el asalto a Francia. Los panzer comenzaron el ataque el 10 de mayo de 1940.

La táctica francesa para repeler un posible ataque alemán se encontraba anquilosada en la guerra estática del pasado conflicto. Su máximo exponente era la Línea Maginot. Como ya comentamos, los consejos de Charles de Gualle en su libro L´Appel pasaron desapercibidos. De esta manera y a través del bosque de las Ardenas, los alemanes conquistaron Bélgica y Holanda y, en pocos días, tomaron Francia y arrinconaron al desbandado ejército francés y las tropas de auxilio inglesas en Dunkerque. Aunque sobrevivieron, la victoria moral y material se ponía del lado germano.

Aunque durante esta conquista el despliegue de vehículos fue muy similar en el lado germano. Los franceses probaron en combate los blindados que se habían desarrollado durante ambas guerras ya que las fuerzas expedicionarias británicas no contaron con blindados. Esto fue un craso error ya que el número de blindados francés era inferior y fueron rápidamente arrasados por el poderío de la Wehrmacht.

Los dos modelos más significativos del ejército galo fueron el Somua-S35 y el Char B1. El primero de ellos se comenzó a producir en 1936 por una filial de la Schneider, aquella que produjo blindados durante la Primera Guerra Mundial, y alcanzaron aún cifra de 430 vehículos en total. El Somua montaba un cañón SA 35 de 45 mm y una ametralladora MAC M31 de 7,5 mm de manera opcional. Aunque con buen blindaje y aparentemente potente, este vehículo presentaba un hándicap. El problema de este vehículo era el tamaño de la torreta, ya que impedía que fuera ocupada por dos tripulantes y el comandante hacía las veces de artillero. Minimizando las posibilidades del vehículo.

Por otro lado aparece el CharB1, fabricado por la Schneider-Renault desde 1935 al final de la guerra, era la joya de la corona del ejército francés. Un vehículo potente que montaba un obús en barbeta ABS 35 de 75 mm y, como secundaria,  un cañón SA 35 de  47 mm y dos MAC M31 de 7,5 mm. Aunque de este vehículo sólo se fabricaron 35 modelos, demostró tal valía que los alemanes reutilizaron los capturados con algunas modificaciones. La variante germana añadió cañones más potentes y, en algunos casos, lanzallamas como arma principal. Estos vehículos mostrarán su valía en el Frente del Este.

Finalmente, no podría terminar esta entrega si mencionar a la VII Panzer-division o Ghost Division comandada por Erwin Rommel. La característica más peculiar de esta división era que, por orden de su comandante,  desconectaban las comunicaciones y eran ilocalizables. Ésto supuso un quebradero de cabeza para el Alto Mando alemán y para las tropas aliadas. Las victorias en diversas operaciones, pese a las oposiciones de los líderes alemanes, encumbraron a Rommel a lo más alto. Esto hará que se convierta en afamado líder y uno de los mejores comandantes de tropas blindadas en la contienda. En próximas entregas hablaremos de sus habilidades.

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