Volvemos al informe de Rommel del 9 de julio, concretamente a la segunda parte, que, tras haberse narrado la situación militar en la entrada anterior, se dedica a evaluar las intenciones de los aliados.
Fuerza y planes operacionales del enemigo.
Se estima que, hoy por hoy, el enemigo tiene, en la zona de desembarco, 35 divisiones y poderosas fuerzas adscritas a sus cuarteles generales. En Gran Bretaña dispone de sesenta grandes formaciones más, de las cuales, cincuenta pueden ser enviadas al continente en cualquier momento.
Según las indicaciones y los datos recibidos, los planes del grupo de ejércitos de Montgomery son justo los que esperamos. Tras tomar toda la zona de Caen y crear cabezas de puente adecuadas sobre el río Orne, el enemigo pretende iniciar su avance hacia París, durante el transcurso del cual, debemos esperar un desembarco en la zona del Decimoquinto Ejército, que será efectuado por el Primer Grupo de Ejércitos Estadounidense, el cual cooperará con el grupo de ejércitos de Montgomery y destruirá las armas de largo alcance.
El párrafo anterior contiene algunas afirmaciones interesantes. Para empezar, parece seguir en pie el temor al segundo desembarco, pues el Decimoquinto Ejército es precisamente el que está desplegado en el paso de Calais. Sin embargo, Calais no está en el camino hacia París desde Normandía sino más allá, con lo que los planes que los alemanes ponen en mente de los aliados son en realidad una inmensa ampliación del frente, desde Normandía hasta Calais, que sin duda hubiera sido totalmente insuperable para los alemanes.
Según una orden capturada –continúa el informe de Rommel– el objetivo primario del Primer Ejército Estadounidense es extender y consolidar su base terrestre por medio de la ocupación de la zona St. Lo-Coutances primero y de la línea Vire-Avranches después. La estrategia de desgaste de ambos ejércitos es reconocible por el empleo de masas de material y munición.
Con el fin de conservar nuestra libertad de acción y a la vez prevenir una posible ruptura del frente, el Grupo de Ejércitos B tratará de retirar del frente formaciones Panzer y sustituirlas por divisiones de infantería.
Debido a la falta de espacio de transporte y al efecto dilatorio de los ataques aéreos, el estado de nuestros suministros es crítico en lo que a la munición y al combustible se refiere, a pesar de una ligera mejora en el sistema de transporte hasta el frente. [El que fallaba era pues desde el origen hasta los depósitos de retaguardia].
Situación en el mar.
Se ha intensificado la vigilancia naval en las zonas frente a Le Havre y el cabo de Antifer, a cargo de poderosos grupos de destructores y otras naves de escolta enemigas. Numerosas acciones navales. [En este ámbito, no obstante, los alemanes solo podían desplegar lanchas rápidas].
Se ha incrementado el control de la zona de las islas del Canal y de la costa norte de Bretaña, a cargo de destructores y otras fuerzas navales.
Se ha hecho un uso general de acorazados, cruceros y destructores para bombardear la costa y apoyar el ataque enemigo contra Caen.
El tráfico enemigo de suministros y refuerzos es intenso, aunque se ha notado una pequeña disminución del mismo después de haber enviado nuestras naves ligeras al combate.
Numerosos ataques de cazabombarderos contra nuestras fuerzas de defensa. Reconocimiento aéreo sobre toda la zona de la costa del Canal, incluyendo las carreteras costeras y las que llevan hacia el interior entre Brest y La Pallice. Ha habido tres ataques de cazabombarderos contra las estaciones navales de radar en la zona del cabo de Antifer y la isla de Ouessant.
La actividad enemiga es ligera, en comparación con la semana anterior.