El asedio de Tobruk fue uno de los más largos y es uno de los más conocidos de la guerra. Entre abril y noviembre de 1941, los alemanes tuvieron cercado el perímetro defensivo del puerto, sin poder tomarlo. Por parte británica, el perímetro de Tobruk, asentado sobre la vía de comunicaciones y de suministro de Rommel, sirvió como puesto avanzado de la defensa de Egipto, tan eficazmente que, finalmente, el Áfrika Korps tuvo que detenerse y esperar al ataque británico que habría de devolverlo a la Tripolitania.
Uno de los aspectos llamativos de este asedio fue la forma en que los defensores se organizaron para pasar sus horas de descanso, tan absolutamente necesarias cuando terminaban la jornada de lucha.
Así, Leonard Tutt, del Essex Yeomanry, nos cuenta como era la trinchera en que dormía: