La batalla de Krasny Bor (II) – Comienza la preparación artillera

El día 10 de febrero la División Azul se encontraba desplegada cubriendo un frente de más de 30 km, lo que significaba que la mayor parte de sus unidades se encontraban prácticamente en primera línea careciendo apenas de reservas.

Los soviéticos dirigieron su ofensiva hacia el pueblo de Krasny Bor, una pequeña aldea al sur de Kolpino (un arrabal industrial de Leningrado), que se encontraba defendida por el Regimiento 262 al mando del coronel Manuel Sagrado. Krasny Bor era un pueblo de tres kilómetros de frente por tres de profundidad, de casas de madera y de ladrillo de dos pisos y con calles anchas de un trazado regular y ortogonal. El pueblo se extendía entre el ferrocarril y la carretera de Leningrado-Moscú, ambos construidos sobre terraplenes para evitar los inconvenientes de un terreno pantanoso, y lindaba al sur con un bosque espeso que proporcionaba gran cobertura. El pueblo estaba situado sobre una ligera meseta limitando al norte con una llanura, que permitía la instalación de observadores avanzados.

El día anterior a la batalla los mandos españoles tenían una cierta idea de lo que  se aproximaba debido a que del 5 al 8 de febrero se había detectado un continuo movimiento de fuerzas enemigas frente a las posiciones de la división y porque el día 9 se capturaron dos prisioneros que informaron sobre la inminencia del ataque y de la presencia de carros de combate en Kolpino. Sin embargo esta información no llego a ser transmitida a los soldados para que no se preocupasen y tuviesen un mejor rendimiento en la batalla que se aproximaba.

A las 5:15 horas del día 10 se empezaron a escuchar ruidos de motores y cantos en las trincheras enemigas frente a Krasny Bor y los observadores comenzaron a percibir la entrada de gran número de tropas en las trincheras enemigas en primera línea. A petición de estas unidades de contacto la artillería española disparó contra las fuerzas localizadas a las 6:15.

La batalla comenzó a las 7:00 de la mañana cuando toda la artillería soviética abrió fuego sobre las posiciones españolas, en ese momento 800 cañones junto a morteros y los famosos “órganos de Stalin” o “Katyusha” (lanzacohetes montados sobre camiones, de escasa precisión pero que crean un gran volumen de fuego) comenzaron a machacar sistemáticamente las trincheras españolas.

En palabras del sargento Ángel Salamanca “Se decía que nunca caía un obús o un mortero donde ya había caído otro. Mentira. Caían por cientos, unos encima de otros, y al explotar esparcían metal caliente en todas direcciones.”Al fuego de la artillería se sumaron varias pasadas de la aviación rusa ametrallando las trincheras españolas. El bombardeo se prolongó durante unas dos horas, tras las cuales las piezas rusas empezaron a alargar el tiro para permitir a sus tropas lanzarse al asalto.

La táctica ofensiva soviética a lo largo de la guerra consistió en el uso de una fuerza abrumadora y la superioridad numérica. Los ataques comenzaban con una gran concentración de fuego artillero apoyado por pasadas de aviación que daban paso a la infantería, que atacaba en grandes oleadas cerradas que no tenían en cuenta las bajas, que era acompañada por gran número de carros de combate que apoyaban a los infantes.

En Krasny Bor se lanzaron al asalto cuatro divisiones de infantería apoyadas por dos regimientos de carros, más dos batallones anticarro junto a dos brigadas de esquiadores y una brigada motorizada (estas fuerzas suponían un conjunto de 44.000 soldados, más unos 100 carros de combate, frente a los 5.600 españoles desplegados en el sector).

En cuanto los rusos empezaron a avanzar los españoles salieron de sus búnkeres bajo tierra y se aprestaron a situar sus ametralladoras para frenar a la infantería enemiga. Los rusos que no esperaban supervivientes tras el bombardeo comenzaron a sufrir numerosas bajas (el bombardeo había destruido trincheras, posiciones y puestos de mando, causando en algunas unidades hasta un 50% de bajas, contando entre ellas oficiales que fueron muertos al principio del bombardeo cuando se hallaban en labores de vigilancia dejando a la tropa sin mandos).

Viene de La batalla de Krasny Bor (I) – Antecedentes

Sigue en La batalla de Krasny Bor (III) – La Batalla

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