El Sitio de Rodas de 1522 – La Orden de San Juan se retira del Mediterráneo Oriental

Rodas es la mayor de las islas del Dodecaneso, en el Mediterráneo oriental, y se encuentra a unos 15 kilómetros de Anatolia. Tras abandonar Tierra Santa, los Caballeros de San Juan (Hospitalarios) se hallaban instalados en Rodas, la última posesión cristiana del Mediterráneo oriental.

Sitio de Rodas, 1522

Los Caballeros de San Juan estaban en posesión de Rodas desde 1310 y a lo largo de los años fortificaron tanto su puerto como sus tierras altas. Los caballeros se valían de la isla, situada en mitad de las principales rutas marítimas otomanas, para asaltar mediante acciones corsarias los barcos musulmanes de todo el Mediterráneo oriental. Esto llevó al sultán Mehmed II (Mehmed el Conquistador) a organizar un infructuoso asedio de tres meses en 1480.

Las continuas incursiones desde Rodas indujeron al sultán otomano Suleiman I a planear una gran operación contra la isla. En 1522, Solimán reunió unas 400 embarcaciones, 100.000 hombres y artillería de asedio. En Rodas, el gran maestre de los Caballeros de San Juan, Auguste de Villiers de L’Isle-Adam, solo contaba con unos 5.700 hombres: 700 caballeros procedentes de toda la cristiandad, 500 mercenarios de Creta, 500 genoveses, 50 venecianos y 4.000 hombres de armas de otros lugares.

Los caballeros hicieron lo que pudieron para aprestar las defensas. Cerraron la entrada al puerto con grandes cadenas, acopiaron suministros e incluso demolieron algunos edificios para crear mejores campos de tiro. Cada una de las principales posiciones defensivas de la isla estaba en manos de una de las Lenguas de la Orden.

Jenízaros atacando los muros de San Juan.

La flota otomana llegó a Rodas el 26 de junio y fondeó frente a Parambolino, en el norte, donde las tropas otomanas desembarcaron sin oposición. Entre la artillería desembarcada había 40 bombardas y 12 grandes basiliscos. Los ingenieros turcos tardaron cerca de un mes en colocar su artillería y comenzaron a batir las defensas el 28 de julio. Los otomanos dispararon proyectiles explosivos, la primera vez de la que hay constancia de ello en una batalla en la historia.  Cuando vieron que las baterías no tenían el efecto deseado, los otomanos iniciaron operaciones de minado a finales de agosto.

El fuego de la artillería tardó en infligir graves daños a las enormes murallas, pero después de cinco semanas, el 4 de septiembre, dos grandes minas de pólvora explotaron bajo el bastión de Inglaterra, haciendo que una porción de 11 m de la muralla cayese al foso. Los atacantes asaltaron inmediatamente esta brecha y pronto se hicieron con su control, pero un contraataque de los hermanos ingleses bajo el mando de Frey Nicholas Hussey y el Gran Maestre Villiers de L’Isle-Adam consiguió hacerlos retroceder. Ese día los turcos volvieron a atacar la brecha dos veces más, pero los hermanos ingleses y alemanes la mantuvieron.

Puesto de Inglaterra, foso y contraescarpa

El 24 de septiembre, Mustafá Pachá ordenó un asalto masivo contra los bastiones de España, Inglaterra, Provenza e Italia. Después de un día de furiosos combates, durante los cuales el bastión de España cambió de manos dos veces, Solimán finalmente suspendió el ataque. Condenó a muerte a Mustafá Pachá, su cuñado, por su fracaso en la toma de la ciudad, pero finalmente le perdonó la vida tras las súplicas de otros altos cargos.

Los defensores, conscientes de ello, excavaron contraminas, provocando explosiones en los túneles otomanos y frenando las operaciones de minado. Los intentos de tomar la principal fortaleza cristiana, defendida por el gran maestre en persona, fueron infructuosos. Los caballeros también lanzaron varios contraataques eficaces.

Las fuerzas de Solimán habían sufrido mucho, y la moral entre ellas era baja; al parecer, Solimán había perdido más de la mitad de sus fuerzas. En reconocimiento de las enormes pérdidas del asedio y de la heroica defensa cristiana, el 10 de diciembre ofreció discutir una rendición a los cristianos en términos honorables. La llegada del invierno, su propia posición precaria, la disminución de los efectivos y las provisiones, y el malestar entre la población civil, llevaron a los caballeros a negociar. El 21 de diciembre se llegó a un acuerdo. Solimán permitió a los caballeros abandonar la isla con todos los honores, sus armas, sus reliquias religiosas y el tesoro de la Orden. Los civiles que deseasen partir también podían hacerlo y llevarse consigo sus posesiones muebles.

Fin del asedio de Rodas

Los caballeros partieron de Rodas el 1 de enero de 1523. El asedio había durado 145 días. Solimán había eliminado, al menos temporalmente, la última amenaza seria al poder naval otomano en el Mediterráneo oriental y el Egeo. Durante cinco años los caballeros se quedaron sin hogar, pero finalmente se instalaron en Malta, desde donde siguieron acosando con actividades corsarias las rutas de navegación otomanas. Eso llevaría a Solimán a ordenar operaciones militares contra la isla en 1565, aunque esa es una historia que deberá ser contada en otra ocasión.

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4 comentarios en «El Sitio de Rodas de 1522 – La Orden de San Juan se retira del Mediterráneo Oriental»

  1. Cuando Napoleón conquistó Malta, los caballeros hacía tiempo que habían perdido sus virtudes militares. ¿Qué pasó? ¿Cómo ocurrió?

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    • Hay varios factores a considerar, la flota francesa iba de paso a Egipto y no aparentemente con intenciones hostiles, pero sobre todo o en mucho pesó el infame comportamiento de la monarquía española y su rey Carlos IV propiciando el entreguismo, pero lo que no hicieron los caballeros lo haría el pueblo de Malta en su propia guerra de independencia y con ayuda británica expulsaron a los franceses.

      Responder
  2. Hola
    Siempre me maravillan las cifras de algunos de los contendientes en las batallas de la historia antigua, por ejemplo las de las campañas de Gengis Khan, los mogoles en su invasión de la India, las batallas de la China antigua…
    100.000, 200.000 y hasta 500.000 hombres…
    Eso en un periodo donde la logística para abastecer semejantes masas de hombres en un periodo de tiempo más o menos largo sería del todo imposible. Y sin contar las enormes bajas que habría por enfermedad, deserciones, etc…
    De verdad se plantó el Sultán con 100.000 hombres en Rodas o es propaganda de la historiografía cristiana?

    Saludos

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