«La funesta orden de ‘¡alto!’ del Hitler». Así titula Guderian el subepigrafe de sus memorias dedicado a la para de los panzer ante Dunkerque.
En estos días hubo una injerencia del mando supremo en las operaciones que hubo de influir del modo más perjudicial en el curso total de la guerra. Hitler detuvo el ala izquierda del Ejército en el Aa. El paso del río fue prohibido. No se dio a conocer el porqué. La orden contenía la frase: «Dunkerque se deja a cargo de la aviación. Si la conquista de Calais tropieza con dificultades, se deja también a cargo de la aviación».