31 de julio, hasta última hora. Londres, la Última Esperanza.
Hoy, en el REINO UNIDO, el Times ha vuelto a abogar por la intervención, mientras que el Oxford Chronicle sostiene que la labor del gobierno es localizar la disputa y mantenerse al margen de ella.
Como sucede con los periódicos la opinión pública parece dividida, aunque se inclina sobre todo en contra de la intervención, o al menos así se lo indica Lord Grey a Francis Bertie, su Embajador en París: “no se puede esperar que el público británico apoye una intervención en apoyo de intereses tan lejanos”.
Sin embargo la verdadera lucha es en el gabinete, y para convencerlo Grey cuenta con los preclaros argumentos de Eyre Crowe, quien en un memorándum, si bien reconoce que el Reino Unido no tiene obligación política ninguna para con Francia, propone el argumento de la obligación moral. “El argumento de que no hay un compromiso escrito que nos obligue hacia Francia es estrictamente correcto. No hay ninguna obligación contractual. Pero la entente fue creada, reforzada, puesta a prueba y celebrada de un modo que justifica la creencia de que se está forjando una obligación moral. La política de la entente se queda sin significado si no quiere decir que en una disputa justa Inglaterra permanecerá junto a sus amigos. Se ha ido creando esta honorable expectativa. No podemos repudiar sin exponer nuestro buen nombre a graves críticas”.
Más tarde, durante la noche, BERLÍN informará de que como respuesta a la movilización rusa han declarado el Estado de Peligro de Guerra Inminente, anunciando que si Rusia no rescinde de inmediato su orden de movilización general, Alemania se verá obligada a movilizar sus propias tropas, lo que significará la guerra.
¿Qué hará el Reino Unido entonces?
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Viene de: 31 de julio, desde primera hora. «Estado de Inminente Peligro de Guerra».