Leyendo el libro de memorias del capitán de la 9ª Compañía del III/262 de la División Azul, Serafín Pardo Martínez, me encuentro con un par de narraciones que arrojan bastante claridad al desprecio total que tenía el Ejército Soviético por sus heridos, o incluso por sus propios soldados.
Cuenta el capitán Pardo que su compañía, por entonces al mando del Capitán Jaime Milans del Bosch, había sido destinada junto con el batallón y otras unidades más de la DEV, a formar parte de la Agrupación Hoppe (Kampfgruppe Hoppe), que era la fuerza destinada a cerrar desde el sur la bolsa