Lo que hemos narrado hasta aquí no pasa de ser una acción de commandos, precursora de los que organizarían los Boer durante la guerra de Sudáfrica y de las que posteriormente se llevarían a cabo en las guerras mundiales, sobre todo en la segunda; era lo que entonces se llamaba «Guerrilla». Sin embargo a partir de este momento las cosas van a ponerse vergonzantemente ridículas. Nuevamente en palabras de Mosby, lo que sucedió fue lo siguiente.
<<Rápidamente encendimos una luz, y vimos al General durmiendo, en su cama, tan profundamente como el turco cuando lo despertó Marco Bozzaris [un héroe de la guerra de la independencia griega]. No había tiempo para ceremonias, así que levanté la ropa de cama, tiré de su camisa y le di un palmetazo en su espalda desnuda diciéndole que se levantara. Como su oficial de estado mayor estaba en pie junto a mí, Stoughton no se dio cuenta de la situación y pensó que alguien se estaba tomando familiaridades con él. Preguntó, con tono indignado, qué significaba todo aquello. Le contesté que era un prisionero, y que debía levantarse rápidamente y vestirse.
Entonces le pregunté si había oído alguna vez hablar de “Mosby”, y contestó que sí.
Soy “Mosby”, le dije. “La caballería de Stuart ha tomado posesión del lugar; dese prisa y vístase”.
Entonces preguntó si estaba con nosotros Fitz Lee [uno de los oficiales de Stuart]. Le dije que sí y me pidió que lo llevara hasta él –habían estado juntos en West Point-. Dos días después le entregue a Fitz Lee en Culpeper.
Mi razón para engañar a Stoughton fue tratar de privarlo de cualquier esperanza de escapar y convencerlo para que se vistiera rápidamente. Estábamos en una situación crítica, rodeados por los campamentos de varios miles de tropas y había varios cientos de enemigos dentro de la localidad. De haberse coordinado, habrían podido expulsarnos de allí fácilmente; pero a pesar de que estuvimos allí más de una hora, no se disparó un solo tiro. En cuando supieron que estábamos allí, todos y cada uno de ellos se escondieron y se preocuparon solo de si mismos.
Stoughton tenía la reputación de ser un soldado valiente, pero también un vanidoso. Se vistió ante un espejo, tan cuidadosamente como el mismísimo Sardanapalo antes de entrar en batalla. Olvidó su reloj sobre el buró, pero uno de mis hombres, Frank Williams, la cogió y se la dio. Cuando entramos en la casa habíamos dejado a dos hombres vigilando nuestros caballos. En el patio había varias tiendas de campaña para los correos, y cuando salimos de la casa con el general Stoughton y su estado mayor, tanto estos correos como sus caballos estaban listos para seguirnos.
Cuando llegamos al punto de encuentro en el patio del Juzgado me encontré con que ya estaban allí todos los destacamentos, con sus prisioneros y los caballos capturados. Había tres veces más prisioneros que hombres tenía, y cada uno de ellos estaba montado, y llevaba un caballo extra.
Para confundir al enemigo y despistar a nuestros perseguidores, la cabalgata partió en una dirección y poco después de salir del pueblo giró hacia otra. Pasamos junto a los campamentos de caballería, y pronto estábamos en el camino entre ellos y Centreville. Como allí había varios miles de soldados enemigos, nadie pensó que iríamos en esa dirección para salir de sus líneas, y nos persiguieron en dirección opuesta. El Teniente Prentiss y muchos prisioneros que habían partido con nosotros escaparon en la oscuridad, y perdimos bastantes caballos.
Cuando estábamos abandonando Fairfax tuvo lugar un incidente ridículo. Se abrió una ventana y una voz preguntó, con tono autoritario, qué estaba haciendo la caballería en la calle. Unas fuertes risotadas de mis hombres fueron la respuesta, lo que le indicó que no éramos sus amigos. Ordené a algunos de mis hombres que desmontaran y lo capturaran. Entraron violentamente por la puerta principal, pero su mujer se enfrentó a ellos en la entrada y mantuvo su posición como una leona, dando a su marido tiempo para escapar. Era el Coronel Johnstone, quien estaba al mando de la brigada de caballería en ausencia de Wyndham. Salió por la puerta trasera en camisa de noche y descalzo, y se escondió en el jardín. Pasó allí cierto tiempo, porque no supo cuando nos habíamos ido, y su mujer tardó un rato en encontrarlo>>.
¿La caballería sel sur se organizaba en batallones? Estos gringos tienes cosas muy raras a veces jaajajja
Estaría bien un post dedicado a la orgánica de los ejércitos durante la guerra de secesión.
Y lo de los uniformes es relativo, el sur nunca estuvo del todo bien uniformado ya que carecía de industrias como pare ello y muchos soldados usaban mezcla de prendas militares y prendas civiles.
Dependió de las circunstancias.
Con respecto a la caballería del sur, solía estar organizada en regimientos, como la infantería, y brigadas. Pero a veces había unidades menores que se organizaban en batallones.
De todos modos, te tomo la idea, y algo haremos sobre esa orgánica.
Un saludo.
Hola,la lucha de guerrillas existe desde que existe la guerra