En la serie de entradas del U-505 tuvimos ocasión de ver el enfado del Almirante King por la posibilidad de que los códigos alemanes, ya rotos, pudieran verse comprometidos por el intento de captura, como había sucedido en 1943 a consecuencia de un asalto a la embajada japonesa en Lisboa.
Pues bien, resulta que durante la Segunda Guerra Mundial, Japón operó una red de espionaje constituida por miembros de la delegación diplomática española en Estados Unidos. Los japoneses activaron la organización tres días después del ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, y financiaron los primeros meses de la operación con 500.000 dólares que habían dejado ocultos en una caja fuerte empotrada en una pared cuando fueron obligados a dejar su embajada en Washington DC. Los españoles ocuparon la embajada japonesa y representaron los intereses de Japón en Estados Unidos una vez iniciada la guerra.