1 de agosto, al final de la jornada. Los Alemanes Meten la Pata.

 

Mientras BERLIN vivía el sueño de una posible paz en el oeste han partido dos telegramas que testifican el evidente engaño en el que han caído los alemanes. El primero, del Kaiser, dirigido al Rey Jorge V, para aceptar la neutralidad francesa bajo garantía británica. El segundo, de von Jagow, que deberá ser entregado por el Embajador alemán, para agradecer a Grey sus iniciativas.

Tropas alemanas durante la movilización. De Munich, por Metz, a París.

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1 de agosto, de madrugada. Un Rey en la Cama.

Esta noche tampoco se duerme. En LONDRES, la declaración alemana de Estado de Peligro de Guerra Inminente hace cundir la alarma. El Primer Ministro Herbert Asquith y Sir William Tyrrell, Secretario Privado de Lord Grey, se desplazan en Taxi hasta Buckingham Palace, donde van a despertar al Rey con el fin de que envíe un telegrama al Zar pidiéndole que detenga la movilización rusa. “El pobre Rey fue sacado de la cama. Y una de las experiencias más extrañas de mi vida (y como bien sabe he tenido muchas) fue sentarme con él –llevaba una bata marrón sobre su camisón y numerosas señales de haber sido levantado en medio de un buen sueño- mientras le leía el mensaje y le proponía una respuesta. Todo lo que hizo fue proponer que hiciéramos algo más personal y directo ¡Insertando las palabras <mi querido Nicky> y añadiendo al final de la firma <Georgie>!”.

Familiares y Enemigos. El Kaiser Guillermo II y el Rey jorge V.

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28 de julio, durante la jornada. Berlín Quiere Mediar.

 

SAN PETERSBURGO. Nada más conocerse la declaración de guerra, el Ministro Sazonov ha enviado sendos telegramas a sus embajadas de Londres, París, Viena, Berlín y Roma informando de que mañana Rusia anunciará una movilización parcial contra Austria. Sin embargo, como ya veremos, esta posibilidad es un espejismo.

El Príncipe Lichnowsky, Embajador Alemán en Londres.

Mientras tanto, en BERLIN, ha llegado un informe del Embajador Lichnowsky, desde Londres, indicando que Sir Edward Grey ha dicho que Serbia ha dado satisfacción al ultimátum hasta un punto que nunca habría creído posible y avisando que si Austria-Hungría no modera sus posiciones habrá una guerra de grandes proporciones. Teniendo en cuenta que la respuesta serbia admite todo tipo de interpretaciones y que Grey está a favor de la intervención británica. ¿Se trata de un gesto conciliatorio o de una amenaza cínica?

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