El día 8 de diciembre de 1941 reinaba la confusión en Estados Unidos, un ataque devastador sobre Pearl Harbor y lo que parecía la confirmación de una gran ofenisva por parte de Japón sobre todo el sureste asiático y oceanía se había puesto en marcha.
El presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt reunió al Congreso para declarar el estado de guerra con el Imperio Japonés. Estas fueron sus palabras: Señor vicepresidente, señor portavoz, y miembros del Senado y de la Casa de Representantes:
Ayer, 7 de diciembre de 1941 –una fecha que permanecerá en la infamia- Estados Unidos de América fue atacada repentina y deliberadamente por fuerzas navales y aéreas del Imperio de Japón.
Estados Unidos se hallaba en paz con esa nación, y, a petición de Japón, estaba todavía en conversaciones con su gobierno y su emperador buscando la preservación de la paz en el Pacífico. De hecho, una hora después de que los escuadrones aéreos japoneses hubiesen comenzado a bombardear Oahu, el embajador japonés en Estados Unidos y sus colegas entregaron al secretario de estado una respuesta formal a una reciente petición estadounidense. Aunque esta respuesta declaraba que carecía de sentido continuar las negociaciones diplomáticas en curso, no contenía amenaza alguna ni daba indicios de guerra o de un ataque.
Es necesario poner de manifiesto que la distancia desde Japón hasta Hawai evidencia que el ataque fue deliberadamente planeado muchos días, e incluso semanas, atrás. Durante ese tiempo, el gobierno japonés ha buscado deliberadamente engañar a Estados Unidos a través de declaraciones falsas y gestos de esperanza en el mantenimiento de una paz duradera.
El ataque de ayer sobre las islas de Hawai ha causado graves daños a las fuerzas terrestres y navales estadounidenses. Muchas vidas estadounidenses se han perdido. Además, nos han informado de que buques estadounidenses han sido torpedeados en alta mar entre San Francisco y Honolulu.
Ayer el gobierno japonés lanzó también un ataque contra Malasia.
Anoche, fuerzas japonesas atacaron Hong Kong.
Anoche fuerzas japonesas atacaron Guam.
Anoche fuerzas japonesas atacaron las islas Filipinas.
Anoche fuerzas japonesas atacaron la isla de Wake.
Esta mañana fuerzas japonesas han atacado la isla de Midway.
Por lo tanto, Japón ha emprendido una ofensiva por sorpresa en toda el área del Pacífico. Los acontecimientos de ayer y de hoy hablan por sí mismos. El pueblo de Estados Unidos ya se ha formado su opinión y ha comprendido bien las implicaciones que ello supone para la vida y la seguridad de nuestra nación.
Como Comandante en Jefe del Ejército y de la Marina, he ordenado que se tomen todas las medidas para nuestra defensa
Siempre recordaremos el carácter del ataque perpetrado contra nosotros.
No importa el tiempo que nos tome superar esta invasión premeditada, el pueblo estadounidense con su legítimo poderío triunfará hasta conseguir la victoria absoluta.
Creo que interpreto la voluntad del Congreso y del pueblo cuando afirmo que no sólo nos defenderemos hasta el final sino que nos aseguraremos de que esta forma de traición no nos vuelva a poner en peligro nunca más.
Las hostilidades son reales. No hay que cerrar los ojos al hecho de que nuestro pueblo, nuestro territorio y nuestros intereses están en grave peligro.
Con confianza en nuestras fuerzas armadas –con la ilimitada determinación de nuestro pueblo- obtendremos el inevitable triunfo, con la ayuda de Dios.
Pido al Congreso que declare que desde el ataque vil y sin provocación previa de Japón el domingo 7 de diciembre de 1941 existe el estado de guerra entre Estados Unidos y el imperio japonés.
Borrador del discurso
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