Nacido en 1909 en el seno de una familia de granjeros, Gössmann ingresó en las fuerzas armadas en 1936. Su primera unidad fue el 199.º Regimiento de Infantería de la 57.ª División de Infantería.
Aprovechó la oportunidad que se le ofrecía e ingresó en la banda de música, donde tocó el clarinete. Con el comienzo de la guerra la banda, de 38 miembros, tocaba en ceremonias religiosas, funerales, ceremonias de condecoraciones y hospitales de campaña. A finales de 1940 fue asignado a una unidad de combate y en 1941 participó en la invasión de la Unión Soviética, Operación Barbarroja, como jefe de escuadra en la 2.ª Compañía de su regimiento. Gössmann destacó inmediatamente en los combates y no tardó en ser condecorado con la Cruz de Hierro de Segunda Clase y en recibir la insignia de Asalto de Infantería.
Gössman demostraba bravura, prudencia y liderazgo durante los ataques a posiciones enemigas, particularmente en Sokol, llevando a cabo patrullas de combate en la cabeza de puente sobre el río Bug en Lesziew, o en la gigantesca batalla de cerco de Uman.
En 1942, en la ofensiva de verano, Operación Blau, ya lucía la cruz de Hierro de Primera clase y la insignia de Herido en Negro y había sido ascendido a jefe de sección en la 6.ª Compañía de su regimiento. Por este tiempo obtuvo su primer permiso, que aprovechó para casarse con su prometida en Alemania. De vuelta al frente y tras el duro invierno, su regimiento estuvo operando en Oskol, Skupoi y Ssumy en la primavera de 1943.
Su regimiento recibió la mención honorífica Regimiento de Infantería List y sus miembros fueron autorizados a lucir cintas de manga. En las batallas de repliegue que siguieron en el frente sur en 1943, los soldados del regimiento perdieron a su comandante, el mayor Josef Heindl, al que se le concedieron las Hojas de Roble para su Cruz de Caballero de forma póstuma. En septiembre de 1943, Gössmann fue condecorado con la Cruz en Oro por sus acciones como jefe de sección en la guerra de posiciones de Ssumy.
Participó en numerosos combates cuerpo a cuerpo durante los repetidos intentos soviéticos de romper las líneas alemanas, lo que le llevó a ser condecorado con el Pasador de Combate Cercano en Bronce. Poco después sería trasladado de nuevo a la 2.ª Compañía del regimiento a hacerse cargo de una de las secciones. En el otoño de 1943 la división atravesó grandes dificultades en la cabeza de puente soviética sobre el Dniéper en Kanev.
Para apoyar su ofensiva, el Ejército Rojo organizó una operación paracaidista con tres brigadas detrás de las líneas alemanas. El frente parecía estar en llamas en todas partes. Por suerte para los germanos, la operación paracaidista fracasó por problemas operativos y de organización, que llevaron a las unidades a caer en los sitios equivocados. La operación de despeje de la retaguardia fue llevada a cabo por la 10.ª División de Granaderos Panzer y las 112.ª y 57.ª Divisiones de Infantería infligiendo casi un 50 por ciento de bajas a las unidades paracaidistas. Con la consolidación de la cabeza de puente soviética, estas divisiones se replegaron en orden hasta Chodorov.
Al mando del teniente coronel Alfons König, la división de Gössmann libró una batalla defensiva en torno a Kirowograd y, más tarde, en la bolsa de Cherkassy, de donde logró salir con la ruptura del cerco, aunque después de sufrir numerosas pérdidas. Por entonces, con la escasez de oficiales, Gössmann compaginaba el mando de su sección con el de toda la compañía, con la que llevó a cabo exitosos contraataques locales en las batallas libradas durante el repliegue de Ucrania.
Gössmann resultó herido en un de estos lances y evacuado a un hospital de campaña en Würzburg. Allí, convaleciente, fue condecorado con la Cruz de Caballero. La 57.ª División de Infantería había quedado tan maltrecha en los combates que tuvo que ser retirada de la línea para ser reconstituida, reequipada y reabastecida. En mayo de 1944 partiría de nuevo a un destino incierto en el teatro de operaciones central del frente oriental.
Apenas mes y medio más tarde se desencadenó al ofensiva de verano soviética, Operación Bagration, en la que participaron 200 divisiones soviéticas, 6.000 blindados y 7.000 aviones. En cuestión de días, el rodillo soviético acabó con docenas de divisiones alemanas. Los soldados de la 57.ª División de Infantería quedaron rodeados junto a otros 75.000 camaradas de otras unidades en Mogilev. La división fue completamente destruida. Gössmann y cientos de soldados fueron declarados desaparecidos.
El caos en el Grupo de Ejércitos Centro duró varias semanas, hasta que el mariscal Model pudo fijar por fin un nuevo frente defensivo en Polonia. Mientras los alemanes esperaban la llegada de la nueva ofensiva soviética se sucedían los combates a lo largo del frente. Los llamados Rükkämpfer, hombres que lograban, tras muchas vicisitudes, regresar a las líneas alemanas, continuaban llegando a diario y de forma milagrosa, procedentes del gran desastre.
Soldados en solitario, pequeños grupos e incluso compañías se abrían paso por cientos combatiendo o a escondidas hasta las líneas alemanas desde las distintas bolsas y focos de resistencia como el de Mogilev. Sin comida ni mapas ni ninguna otra ayuda para orientarse, estos soldados marcharon hacia el oeste durante la noche, evitando siempre los caminos principales, ayudados en numerosas ocasiones por campesinos y cazados por grupos partisanos.
Entre los que trataban de escapar estaba Gössmann, que al frente de un pequeño grupo, llegó a las líneas amigas a finales de agosto de 1944. Como consecuencia de su bravura en los combates en la bolsa de Mogilev y su odisea de vuelta a sus propias líneas, se le concedió el pasador de Combate Cercano en Oro el 1 de febrero de 1945.
En los últimos estadios de la guerra continuó luchando como jefe de sección y comandante de su compañía en los alrededores de Würzburg. El 4 de abril de 1945, en la pequeña aldea de Messelhausen, cerca de su lugar de nacimiento, cayó Gössmann en combate, apenas a un mes del final de la guerra.
Viene de Cruz de Caballero – Heinz Finke
Sigue en Cruz de Caballero – Rudolf Becker
Solo un mes antes del final de la guerra y cuando ya estaba claro el resultado de esta.
Pues si que eran tacaños los alemanes en los ascensos. Un Tcol al mando de una división. Un sargento al mando de una cia. ¿Por qué no les ascendían?