Mito y realidad de las SS como fuerza de élite.

No hace mucho tiempo tenía la ocasión de enfrentarme de nuevo al mito de las Waffen SS, uno de los cuerpos militares más populares de la Segunda Guerra Mundial, pero también uno de los más desconocidos, o sobre el que más errores se han acumulado, empezando por su consideración de fuerza de élite. Pero ¿qué es una fuerza de élite? Definido de manera muy breve, podríamos resumirlo diciendo que es aquella que de forma habitual puede cumplir con su misión con la máxima rapidez y eficacia. En estas circunstancias ¿Podemos hablar así de las Waffen SS?

Cartel de propaganda elaborado por Ottomar Anton, cuyo grafismo fue fundamental en las campañas de reclutamiento

Sin duda, uno de los elementos a tener en cuenta es la grandísima diversidad de unidades que compusieron esta fuerza, desde las primeras que se crearon, como la Leibstanderte SS Adolf Hitler, a las más tardías, como las legiones de voluntarios balcánicos o rusos. La baja calidad de estas últimas “divisiones”, que en realidad nunca llegaron a serlo, está fuera de toda duda, por lo que nos centraremos en las diez primeras divisiones, las más famosas.

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Waffen SS. ¿Cuales eran las condiciones?

                Mucho se ha escrito a lo largo del tiempo sobre las famosas Waffen SS: soldados del asfalto, tropa de élite, protoejército europeo, fuerza de choque del régimen, aberración política, fuerza criminal… todos estos aspectos pueden ser origen de debates interesantísimos, pero no es a ellos a lo que nos vamos a referir en esta entrada, sino a otro igualmente interesante, las condiciones que permitían ser miembro de esta tropa militar.

Waffen SS en formación. Se supone que imágenes como esta debían atraer voluntarios.

                Excluyendo la unidad Leibstandarte, creada como guardia de corps de Hitler, las primeras unidades armadas de la Waffen SS fueron las SS-Verfugungstruppen; y lo primero que ha de destacarse con respecto a formar parte de estas unidades es que nunca se consideró un derecho, ni tan siquiera de aquellos que cumplieran todas las condiciones requeridas. La organización se reservó siempre la posibilidad de rechazar a los candidatos, y  estos no debían sentirse en absoluto minusvalorados si no se les aceptaba.

                En todo caso, los postulantes debían cumplir cuatro tipos de condiciones; de orden ciudadano, militar, ideológico y racial.

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