En las batallas campales, la caballería era la principal fuerza ofensiva de Alejandro. En repetidas ocasiones, la batalla se iniciaba con una carga de la caballería, normalmente en forma de cuña, que explotaba la brecha creada en las líneas enemigas sembrando el caos en la retaguardia, mientras la falange actuaba como una apisonadora sobre las tropas de vanguardia enemigas.
Alejandro al frente de los compañeros
En cuanto al número de hombres que integraba cada escuadrón o Ile, solo se pueden hacer conjeturas. La Guardia Real pudo haber alcanzado los 300 hacia finales del reinado, pero no hay datos sobre cuáles eran sus fuerzas en el momento en que se cruzó el Helesponto. Diodoro habla de 1.800, aunque no menciona si se refiere solo a Compañeros o abarca también otras unidades de caballería.
Los Prodromoi eran otro cuerpo de caballería. Estas tropas eran una división de la caballería asociada habitualmente con los Compañeros y con la caballería ligera peonia; y aunque generalmente se utilizaban en misiones de reconocimiento, también combatían, recibiendo el nombre deSarisophoroi o portadores de sarissa. Se sabe, por ejemplo, que combatieron en la vanguardia del asalto durante la batalla del Gránico, armados con la sarissa de la caballería que, según todos los indicios, era de igual medida que la de la infantería.
Prodromoi con Sarissa
Ésta, que sobresalía de modo mortífero por delante y por detrás del caballo, no podía utilizarse en formación cerrada sin peligro mortal para las propias tropas. Estas armas no podían emplearse con provecho en la formación en cuña destinada al asalto. Había que tener mucho espacio o bien disponerse en una sola línea extendida, en cuyo caso se obtendría una defensa eficaz contra asaltos frontales por parte de oponentes con armas ligeras. Requería del uso de ambas manos, por lo que el caballo debía ser dirigido con las piernas.
Testimonio gráfico de los Prodromoi se puede apreciar en La Batalla de Issos (detrás de Darío a la derecha) realizado por el pintor Filoxeno de Eritrea, contemporáneo de Alejandro. El cuadro original se ha perdido, pero fue reproducido en el mosaico de la Casa del Fauno en Pompeya (del siglo III, apenas cien años después).
Batalla de Issos
Los Prodromoi también estaban divididos en Ilai como los Compañeros y hubo por lo menos cuatro. El uso de las sarissas en la batalla, junto con el hecho de que Arriano los menciona sin calificativo étnico, sugiere que fueron de origen macedonio y aunque estaban organizados al margen de los Compañeros, todo indica que estaban incluidos en los 1.800 hombres que Diodoro atribuía a la caballería macedonia. El arma principal de los Compañeros, la lanza, les permitía realizar ataques intensivos en formación cerrada y en columna densa, en contraste con los Prodromoi, destinados a operar, como hemos visto, en condiciones más abiertas.
Entre las tropas que cruzaron el Helesponto también había aliados y mercenarios. De éstos, la Caballería Tesalia, estaba probablemente compuesta por el mismo número de hombres que la macedonia y era casi equivalente en potencia. Al igual que los Compañeros, estaba dividida en Ilai, entre los cuales el contingente farsalio era el más prestigioso y numeroso, y cumplía funciones muy parecidas a las de los Compañeros: protegió el ala izquierda de la falange en las tres primeras batallas importantes.
La estructura de mando parece haber sido paralela a la de la caballería macedonia, con Ilai de base regional, pero a la cabeza se encontraba un comandante macedonio. El resto de la caballería aliada, que en su mayoría procedía de la Grecia central y del Peloponeso, fue mucho menos importante y eficaz, más escasa en número y menos destacada en la acción. A finales del año 331 a. de C se produjo una cierta reorganización cuando Alejandro dividió los Ilai de la Caballería en dos Lochoi y nombró nuevos subcomandantes, ascendidos por méritos y no por sus lazos regionales.
Viene de La Caballería de Alejandro (I) – Orígenes
Sigue en La Caballería de Alejandro (III) – Hacia el elemento Helenístico
En el primer dibujo hay un erro, uno de los jinetes carga con la lanza bajo la axila. Eso es un invento de la Edad Media cuando se cabalgaba con sillas de montar altas y estribos. Alguien que cargara así con una silla de montar de esa época saldría despedido del caballo. En aquellos tiempos la lanza se usaba para golpear sosteniendola en alto como en el dibujo de los tesalios o sosteniendola por abajo, como se ve hacer a Alejandro en el primer dibujo.
Hola Dani, posiblemente sea un error de apreciación del ilustrador, ya que se trata de una lámina de Osprey. Aún así me sigue sorprendiendo que pudieran manejarse a caballo con una sarissa.
saludos
Totalmente erroneo, un jinete puede manejar perfectamente un xyston o lanza bajo la axila aun sin estribos, como se ha demostrado repetidas veces. Tampoco queda claro que los prodromoi usaran la sarissa, demasiado pesada para un jinete ligero, y en general es aceptado actualmente que portaban xyston como arma principal.
Me temo que voy a estar de acuerdo con nuestro amigo celtiberopagano.
A efectos prácticos, se me ocurre, el problema de no llevar estribos se presentaría si en el momento del impacto la lanza se mantiene fija con respecto al jinete. Ahora bien, si este la maneja con flexibilidad, soltándola incluso, el choque de la lanza contra el contrario no debería transmitirse al portador. A esto podemos oponer entonces la dificultad de la maniobra, pero hablando, como hablamos, de tropas entrenadas, no debería ser tan complicado. La pega sería también la pérdida de la lanza, pero creo recordar que tenían un armamento secundario. ¿No?
Saludos.
Es cierto que los estudios con reproducciones de sillas de montar romanas han demostrado que eran más estables de lo que se pensaba pero no como para acometer con la lanza bajo la axila. Para golpear y soltar es mucho mejor (más cómodo) llevar la lanza por encima de la cabeza o con el brazo extendido. El uso de sarisas por parte de la caballería macedonia es polémico. Probablemente se trate de un error de traducción, como tantos otros. Pero existe la hipótesis de que la manejaban con los dos brazos y dirigían al caballo con las piernas.