Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (III): Breda M30

Las armas producidas por Italia en el periodo de Entreguerras nunca han tenido buena fama entre los aficionados y expertos militares. Un diseño que recibió innumerables críticas fue el fusil ametrallador Breda M30, el cual fue utilizado de forma abundante por el bando sublevado; sobre todo por el C.T.V (Cuerpo de Tropas Voluntarias) italiano que lo portaban como arma de apoyo reglamentaria.

Perfil de fusil ametrallador Breda M30

El Breda M30 tiene un diseño interesante pero complejo. Su forma ya es de por sí extravagante con unas líneas estilizadas que la hacen parecer un tanto grácil. El cargador era plegable y se recargaba mediante peines especiales que introducían veinte cartuchos en el mismo. Asimismo, el cañón del Breda M30 era cambiable, algo que compartía por ejemplo con la Bren británica. Finalmente, los mecanismos interiores necesitaban estar bien lubricados para un óptimo funcionamiento de la máquina. En estas características se encuentran las mayores debilidades de este fusil ametrallador.

El cargador plegable era endeble si tenemos en cuenta que debía usarse en campaña donde los golpes y caídas son habituales. Los peines de veinte cartuchos, grandes y abiertos, podían introducir suciedad dentro del arma. El problema del cambio de cañón era de diseño, pues las miras se encontraban en el armazón fijo del fusil y no en el propio cañón, lo que hacía que ambos elementos no estuvieran ajustados; con el consiguiente problema de disparos errados. Por último, que necesitara una mayor cantidad de aceite que otros modelos provocaba que fuera un imán para la suciedad de toda clase, lo que al final acababa afectando al buen funcionar.

Soldado navarro del Requeté vigilante utilizando un Breda M30

En la Guerra de España su número debió ser alto, pues Italia envió estas armas de manera abundante tanto a las tropas del C.T.V como a los ejércitos sublevados. Al terminar la contienda, lotes de estos fusiles ametralladores debieron quedar en España y ser posteriormente reutilizados por el Ejército Español de la década de 1940 hasta ser reemplazado por modelos de origen nacional. En la Segunda Guerra Mundial siguió siendo un arma reglamentaria dentro del ejército italiano. En un intento de mejorar su potencia de fuego se aumentó el calibre, pero solo se consiguió diversificar municiones y empeorar el suministro de estas.

Características;

Longitud: 1.230 mm

Peso: 10,5 kg

Calibre: 6,5 mm Carcano (posteriormente 7,35 mm.)

Cargador: peine de 20 cartuchos

Cadencia de disparo: 500 disparos por minuto

Viene de Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (II): Chauchat M15

Sigue en Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (IV): MAC 24/29

1 comentario en «Fusiles ametralladores de la Guerra Civil (III): Breda M30»

  1. Vaya porquería de arma, no?
    Se confirmó en la SGM. Los reportes en el desierto y en las estepas heladas de la Unión Soviética fueron desastrosas.
    Saludos.

    Responder

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