El Almirante Cervera y la salida de la Escuadra de Santiago de Cuba (I)

Recientemente han quitado el nombre a la calle del Almirante Cervera en Barcelona. A principos del mes que viene se cumplirá el 120 aniversario de la salida de la Escuadra de Santiago de Cuba. En esta entrada y en la siguiente recordaremos las circunstancias de la acción y el honor y la valentía demostradas ante la adversidad por Cervera.

Crucero Almirante Oquendo – Acuarela de Agustín Paloma Martín

El 24 de junio, Auñón, ministro de Marina ordenó a Cervera que se pusiese a las órdenes del capitán general Blanco. En el informe de situación Cervera comunicó a Blanco su obediencia y le informó de su estado: “Creo mi deber exponer el estado de la Escuadra. De 3.000 cargas para cañón Hontoria de 14, solo 620 son de confianza, las demás han sido clasificadas inútiles, no habiéndose reemplazado por faltar existencias a la salida; dos cañones Hontoria de 14 del Vizcaya y uno del Oquendo no ofrecen confianza habiéndose mandado cambiar por otros; el mayor numero de los estopines ofrece poca confianza, carecemos de torpedos Bustamente; al Colón le falta su artillería gruesa; el Vizcaya está muy sucio y ha perdido su velocidad […] tenemos poco carbón y víveres para todo julio. La Escuadra de Bloqueo es cuatro veces superior, por lo que la salida será nuestra destrucción absolutamente segura”.

Blanco le contestó que la escuadra debía abandonar Santiago y, poniendo de manifiesto su total desconocimiento de las cuestiones navales, le aseguró que la misma solo estaba bloqueada por siete buques. Cervera, en despacho fechado el 25 de junio, le aclaró:

“No es exacto que la Escuadra de Bloqueo haya estado reducida nunca a siete buques; solo los seis principales representan más de triple de fuerza que los cuatro míos. La falta de baterías que mantengan a distancia a la escuadra enemiga, hace que esté siempre cerca de la boca del puerto, que iluminan, imposibilitando toda salida que no sea a viva fuerza. En mi juicio la salida implica seguramente la pérdida de la escuadra y del mayor número de sus tripulantes, determinación que yo no tomaría nunca por mí, pero si VE me lo ordena lo ejecutaré. La pérdida de la escuadra se decretó, en mi juicio, al hacerla venir aquí, de modo que no me ha sorprendido esta dolorosa situación. VE ordenará si marchamos a este sacrificio que creo estéril.”

La respuesta de Blanco reafirmó su ignorancia “Me parece que exagera VE algo dificultades salida; no se trata de combatir, sino de escapar de ese encierro”. ¡Como si eso fuera posible! En la noche del 1 de julio, ordenó el general Blanco que la escuadra se hiciese a la mar.  El día 2 de julio lo empleó Cervera en reembarcar el personal y encender las calderas, para zarpar a la mañana siguiente, abandonando el puerto a las 9:45. Los buques norteamericanos que se encontraban en aquel momento sobre la boca de Santiago eran el Iowa, el Indiana, el Oregón, el Texas, el Brooklyn, el New York, y dos embarcaciones menores: el Gloucester y el Vixen.

Ya en la tarde del 2 los norteamericanos sospecharon que Cervera se disponía a salir, al ver elevarse sobre el puerto el humo que se produjo al encender los fuegos de sus buques para levantar presión. Esa misma tarde los comandantes de los cruceros New Orleans y Newark informaron de que tenían necesidad de carbonear y abandonaron la zona de operaciones en dirección a Guantánamo, haciendo lo propio al amanecer el acorazado Massachussets. El Almirante Sampson, resolvió que era el momento oportuno para celebrar una entrevista con el general Shafter, y también el New York puso proa al este a las 8:45.

El orden de salida adoptado por Cervera lo enaltece, porque dispuso que el María Teresa, su capitana o buque insignia, fuese a la cabeza de la línea, con la finalidad de entablar combate con el Brooklyn y embestirlo, por ser el que se interponía en la ruta de huída, atrayendo a la vez el fuego de los demás navíos norteamericanos. Esto debía permitir que el resto de su escuadra se escurrirse entre su buque y la costa. Seguía al María Teresa, a 800 metros, el Vizcaya y detrás, guardando el mismo intervalo, seguían el Colón y el Oquendo; detrás de estos los Destructores Furor y Plutón.

El primero de los bloqueadores en avistar la escuadra española fue el Iowa, situado en tal forma que podía divisar todo el canal y por tanto a cualquier barco que lo enfilase después de doblar la punta de Cayo Smith (Gramma), a casi milla y media de la boca del puerto.

El Iowa, a la vez que disparaba un cañonazo de alarma izó la señal que anunciaba la salida de los buques españoles, y secundado por el Oregón, rompió fuego contra el María Teresa, el cual tuvo que disminuir su velocidad brevemente para dejar al práctico, lo que permitió a todos los buques norteamericanos arribar sobre el solitario crucero y someterlo a un fuego terrorífico.

Pese a esto, Cervera se centró en intentar embestir al Brooklyn, que al verse así amenazado viró sobre estribor –en vez de hacerlo a babor- y estuvo a punto de provocar una colisión con el Texas que, para evitarla, tuvo necesidad de dar máquina atrás. Durante todo este tiempo, “más de 10 minutos” se batió el crucero español con el fuego concentrado de todos los navíos norteamericanos.

Continuará…

Sigue enEl Almirante Cervera y la salida de la Escuadra de Santiago de Cuba (II)

10 comentarios en «El Almirante Cervera y la salida de la Escuadra de Santiago de Cuba (I)»

  1. No estoy de acuerdo con algunas cosas.

    El encierro en Santiago fue cosa suya, pudo haber ido a Puerto Rico o haber entrado en Santiago, repostar lo que hubiera, y partir a La Habana o Cienfuegos (mejor protegidos y abastecidos); y no esperar los cinco días a que los estadounidenses llegaran y le bloqueran; y ni se molestó en proteger el buque con suministro de carbón a la vista de la plaz.

    El orden de salida suena muy bien y muy épico con el María Teresa delante, pero fue erróneo, Bustamante recomendó salir de noche que era lo mejor para eludir el bloqueo o enviar los destructores delante (les tenían miedo); si incluso rechazó la posibilidad de que la artillería de costa abriese fuego para alejar a los estadounidenses.

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    • Hola APV, entiendo tus argumentos, pero el suministro de carbón estaba muy difícil y no estaba disponible para hacer operaciones continuadas en el tiempo, así que en cualquier caso hubiese quedado encerrado en algún puerto. Respecto al orden de salida, es posible que la disposición táctica más adecauda fuese con los destructores delante, pero ¿luego qué?

      Hay que ponerse en la mentalidad de la época. Yo creo que la salida de Cervera hay que entenderla en términos de honor, salieron a la muerte y él tenía que ir el primero. Gracias por tu opinión.

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      • Suena muy lógico hacer la salida en horas de la noche, pero en la realidad cotidiana, se debe considerar las mareas puesto que los buques debian navegar por un canal en estos canales, por el reflujo de las mareas, suelen formarmarse bancos de arena. Entonces, por ello la preocupación de que los buques tocasen fondo.

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  2. Al Almirante se se le puede achacar un exceso de pesimismo; pero es que tampoco se le dejó actuar como quería.. Recibió órdenes contradictorias, algunas ni las llegó a leer; le tocó un cambio de Ministros; su prioridad era defender Canarias y la costa española mientras se hacía una labor de corso contra el tráfico enemigo, y así alejar a los americanos de sus bases. Pero la doblez británica impidió realizar cualquier tipo de guerra corsaria.
    Para colmo de males la munición británica era defectuosa y faltaba entrenamiento a los artilleros. Se mandó la escuadra con pocos suministros de carbón, boca y de guerra y los que se pusieron en el camino no llegaron a encontrase; ademas de algún caso de mala suerte.
    Los americanos eligieron el mejor momento para declararnos la guerra, con varios de nuestros buques principales en reparaciones…así no se puede hacer nada,
    Santiago podría no ser el mejor de los escenarios, de hecho solamente La Habana y algo san Juan de Puerto Rico podían tener opciones de defensa. pero una vez dentro y ante la falta de carbón y que no se podía salir. Lo mejor era aguantar dentro, pues la única artillería de Costa era la de los propios buques…pero tampoco se le dejó.
    Despues de las batallas de Caney y Colinas de San Juan, los americanos estaban por retirase y llegaba la columna Escario; Blanco ordenó la salida de la flota. Cervera primó entre salvar el mayor número de hombres que de combatir, que puede ser su mayor fallo, pero debió de quedarse dentro y esperar refuerzos. Con la Escuadra destruida la guerra estaba definitivamente perdida, los americanos alargaron un mes mas los combates para quedarse con Filipinas y Puerto Rico en la mesa de negociaciones. Tanto en Filipinas como Puerto Rico se combatió de manera muy tibia…por ser suave.
    Fue la guerra mas vergonzosa y peor llevada de nuestra historia; se mintió a la opinión pública, se combatió de la mejor manera para el enemigo; se perdieron DOS Provincias españolas…y todo tal vez para salvar a un Régimen corrupto como era el de la Restauración.

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  3. Santiago visto desde el mar era una buena opción porque al tener una entrada tan estrecha era imposible que los yankees atacaran a la flota desde el mar. Pero desde el punto de vista terrestre era una plaza indefendible ante un ejército moderno. Para la mentalidad de la época era mejor que se perdieran los buques en combate que tuvieran que rendirse ante el ejército yankee. Cuando Cervera llegó a Santiago, viendo el estado de las defensas terrestres debió salir corriendo en busca de un puerto mejor defendible. Por ejemplo La Habana, que estaba muy bien artillada y rodeada por lo mejor del ejército de tierra español.

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  4. Santiago era una mala posición, en medio de zona rebelde, con la ciudad desabastecida,… Lo lógico era entrar y salir antes de que le bloquearan pero Cervera empezó a poner excusas (que si era difícil salir por lo estrecho que era, entrar si había podido); le mandaron salir cuando era evidente que la plaza iba a caer en manos enemigas.

    Respecto al carbón, es un mito. En primer lugar en Santiago había carbón, unas 2.300 Tn de Cardiff y otras 1.200 de Cumberland (peor); en Cienfuegos también le esperaba buen carbón. Además deja que el 25 sea capturado ante Santiago el Restamel que traía unas 3.000 Tn de Cardiff por un crucero auxiliar de EE.UU., sin mover un dedo para evitarlo.
    Basta comparar lo que logró Rozhestvensky en sus recargas de carbón, de manera endiablada los rusos (desde oficiales a marineros) cargaron carbón en alguna de sus etapas (para evitar su internamiento) a altísima velocidad (con algún infarto incluido).

    Respecto al bloqueo, pudo ir a Puerto Rico donde ya conocía el resultado del primer encontronazo, pudo salir porque le comunican que la flota americana abandona La Habana para ir a buscarle, recordemos que hasta el 29 Scheley y Sampson no se reunen en Santiago, es decir tenía tiempo para salir, eludirlos y acudir a La Habana (o batirlos por separado).
    Es más el 26 ordena que los buques se preparen pero finalmente suspende la salida por miedo a que el Colón toque fondo (claro que para entrar no lo tuvo).

    Cervera, Montojo y otros no actuaron nada bien durante esa guerra.

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  5. Hubiera hecho falta echarle un par… un poco de iniciativa y mucha pero que mucha mala leche. Eso del «mas vale honra sin barcos que barcos sin honra» es una estupidez de caballerucos. Primero: los Yankees no pensaron en el honor cuando ellos mismo volaron un barco de su propia armada con tal de tener una excusa medianamente pasable y declarar la guerra a España. Por tanto a un tramposo hay que darle a probar de su misma medicina y no actuar con medias flautas.

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  6. El almirante Cervera debio haber sido sometido a Consejo de Guerra: toda su actuacion fue extremadamente turbia rozando la alta traicion: se le ordenó dirigirse a San Juan de Puerto Rico ( alejado de Estados Unidos, con buena bateria de costa, con depositos de carbon, con astillero, con la poblacion puertorriqueña a favor de España, sin guerrilleros, y a donde se habia acordado enviarles suministros de carbon) y desde alli hacer patrullas por el mar Caribe para impedir el contrabando de suminstro de pertrechos y guerrilleros a los rebeldes cubanos, y evitar la batalla con los mucho mas poderosos acorazados americanos aprovechando la mayor velocidad de los cruceros y destructores españoles. Incumpliendo ordenes metio la flota sin razon que lo justificase en la bahia de Santiago, mucha mas cercana a Estados Unidos y rodeada de guerrilleros enemigos. Aun asi se sabia que 1) a mediados de julio tendrian que retirarse los barcos americanos por comenzar la «temporada de huracanes del Caribe», que obliga a buscar puerto seguro, y 2) los barcos tardaban una hora minimo para coger presion los motores de vapor con lo que encendian una hora antes calderas, lo cual veia el enemigo y servia de aviso al enemigo de que iban a ponerse en marcha encendiendo ellos tambien las calderas: si encendiese las calderas al hacerse de noche no lo verian los enemigos y podria salir sin riesgo a ser perseguido por los acorazados ya que estos tenian los hornos de las calderas apagados y los motores parados y sin precion de vapor durante al menos una hora En contra de sus oficiales ordenó encender motores el dia anterior aun de dia ( avisando con ello a los americanos) y no salir esa noche de noche ciega, como pedian sus oficiales, que pedian salir al comienzo de la noche y primero los destructores muy rapidos y que se dirigieran a los acorazados y los lanzasen los torpedos y ya con esos barcos con posibles daños salir los cruceros de noche cierga, que eran mas rapidos que los acorazados americanos , y en la oscuridad dirigirse de forma dispersa a San Juan de Puerto Rico, o en todo caso esperar dos semanas más sin salir ya que por la proximidad de la temporada de huracanes del Caribe que comienza a mediados de julio, los acorazados americanos tendrian que abandonar el cerco y buscar puerto seguro, a todo lo cual se nego el almirante Cervera, que ordenó lo peor: salir ya de dia, bien a la vista de los acorazados, pasadas las 9 de la mañana, y primero salir los cruceros, y con amplios intervales de uno a otro lo que permitia recargar los cañones a los acorazados americanos y disparar todos contra el unico barco español que salia cada vez, y los ultimos en salir que fuesen los destructores con lo que no podrian lanzar sus torpedos ya que darian a los cruceros españoles que les precedian. El almirante Cervera no estuvo en el puente de mando durante el combate, en contra de lo que era obligado, sino escondido en una camara acorazada interior desde la que no veia lo que ocurria, El almirante Cervera tambien habia prohibido hacer practicas de tiro durante la travesia desde Canarias a America, a pesar de ir a una segura batalla naval, con lo que se habria descubierto que gran parte de la municion que se habia entregado a esa flota española, por error o sabotaje, habia sido en su mayor parte «obuses de practicas» cargados de serrin en vez de «obuses de combate» cargados de alto explosivo por lo que los disparos que hacian a los americanos les hacian nulo daño ya que era como lanzarles latas vacias en vez de obuses .

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  7. Lo que es cierto, es que el desastre estaba garantizado ya antes de salir de Cartagena a cruzar el Atlántico. ¿Porque Cervera no fue capaz de resolver el problema de la artillería principal del Colon durante todo el tiempo transcurrido
    desde su recepción ( creó que más de un año) hasta la partida de la escuadra?. Además el problema de las municiones defectuosas y las piezas secundarias inservibles, que tampoco se pudo resolver, a pesar de ser del sistema español Hontoria, la limpieza de fondos del Vizcaya y supongo que otras faltas y defectos menores…Con independencia de la menor cantidad de barcos y de su menor potencia de fuego, estos hechos demuestran la incapacidad práctica que tuvo el mando para mantenerlos en el estado operativo adecuado.Tambien está claro, la cuestión del adiestramiento de las dotaciones. En estas condiciones, creo que las decisiones tomadas deberían haber sido distintas, incluso por parte del almirante Cervera, y la escuadra no debería haber salido de Cartagena, o en todo caso a Canarias o Filipinas.

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  8. Aparte de todo lo que bien se dice en los comentarios otra «jiñada» más del almirante: cuando estaba saliendo del puerto se detuvo a mitad de camino para desembarcar a los prácticos del puerto lo que conllevó la detención total del buque que perdió velocidad que le hubiera sido muy necesaria para escapar o para embestir con más probabilidades de éxito al buque insignia yankee.
    Villaamil y Bustamante, los dos que sí fallecieron por cierto, le dijeron que saliera de noche y que si lo hacía de día enviara en vanguardia a los dos destructores que lanzando sus torpedos podrían haber desorganizado a la escuadra norteamericana pudiendo dar más probabilidades de escapar al resto de la escuadra española. Y tal y como se vió al día siguiente no era mala idea ya que cuando el Infanta María Teresa intentó embestir al acorazado Brooklyn le hizo maniobrar de forma tan brusca que casi le hace chocar con otro barco que tuvo que «dar marcha atrás» de forma súbita.
    Si la Armada tenía proyectiles de mala calidad, las tripulaciones no estaba instruidas también fue en parte culpa suya, ya que había sido ministro de marina (si bien es cierto que lo fue apenas 4 meses).
    Cervera fue un auténtico inútil, aunque también fue responsable y mucho, la desastrosa y corrompida hasta el tuétano clase política española de la época (muy parecida a la actual por cierto).

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