Una Visita al Museo de Medios Acorazados de El Goloso.

                                Hace unos días tuvimos la suerte de visitar el cuartel de El Goloso donde, además de diversas unidades del Ejército Español –se trata de una base en activo– hay un interesantísimo museo de carros de combate.

El Panzer IV Modelo H es, sin duda, una de las estrellas de la colección.

                La parte fundamental de este se halla hoy en día bajo un hangar y reúne algunos de los blindados más señalados de nuestra historia militar. Al fondo podemos comparar, uno junto a otro, una tanqueta italiana Ansaldo y un Panzer I alemán, el famoso “negrillo” de nuestra guerra civil; y un poco más allá se alzan dos T-26 soviéticos, que fueron sus más que dignos antagonistas de entonces. Es todo un lujo poder comparar estos tres modelos, esta vez aparcados uno junto a otro para interés del visitante y no combatiéndose entre sí en el campo de batalla.

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La aparición de los Experten (II) – Rall y Scheen

De todos los Experten, Gunther Rall fue probablemente el más certero, capaz de alcanzar al enemigo desde distancias extremas (aunque prefiriera atacar a corta distancia) y ángulos imposibles.

Günther Rall

Su maestría en el tiro de deflección era algo institivo, y sorprendía a aquellos que lo vieron. Su primer derribo fue un Hawk 75 francés el 12 de mayo de 1940, pero, como Barkhorn, voló durante la Batalla de Inglaterra con poco éxito. Es un hecho extraño que la Ala de Caza más laureada de la guerra, con pilotos de la talla de Barkhorn, Rall, Beisswenger, Dickfeld, Grislawski, Dammers y Eichel-Streiber, que  entre todos sumaron unas 1,000 victorias, no se convirtieran en Experten durante este periodo de la guerra. Sin embargo, en los primeros días de Barbarroja, las cosas cambiaron drásticamente.

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Crimea, 1941, Asalto al Muro Tártaro (I)

 

                Solo hay cuatro caminos terrestres para entrar en Crimea. Los menos evidentes, los más difíciles, son el Sivash, una gran extensión pantanosa que no es ni mar ni tierra pero que, a veces, si se conjuran las mareas y los vientos, puede ser vadeable; la estrecha península del Chongar y la larga lengua de arena del Arabat. El camino más evidente es el istmo de Perekop, donde los tártaros erigieron su muro.

Los accesos terrestres a Crimea.

                A finales del siglo XVI el Kanato de Crimea era una potencia cuyos jinetes asolaban la estepa rusa para luego refugiarse en su península de origen. Apoyados por mar por el imperio otomano, los tártaros decidieron cerrar el acceso terrestre a su territorio construyendo un imponente baluarte defensivo a través del istmo. Su punto focal fue el gran fuerte de Perekop, unido por un muro a otros fuertes de menor tamaño. El conjunto estaba protegido por un foso de 22 metros de ancho y 12 de hondo y defendido por diversas baterías de artillería.

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La aparición de los Experten (I)

Con el acontecer de los primeros estadios de la Segunda Guerra Mundial, hubo pilotos de caza que comenzaron a alcanzar un número singularmente alto de derribos: los experten.

Un piloto alemán llega a los 100 derribos

Para los primeros estadios de la campaña rusa el líder aventajado era Werner Mölders, que tras un breve periodo de tiempo en el frente, en el que se convirtió en el primer piloto en alcanzar las 100 victorias, fue ascendido y se le encomendó el mando de la Jagdwaffe. Su retirada del frente dejó vía libre para que otros lucharan por batir su record.

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Japón, los Blindados Desconocidos de la Segunda Guerra Mundial (V)

      Una vez mencionadas algunas de las características de la forma de operar de las compañías, vamos a volver a un plano más teórico que real para mencionar las condiciones de actuación de los regimientos y de las divisiones.

Vamos a dedicar nuestras fotos de hoy a los cañones de asalto nipones. Aquí tenemos el Tipo 1, Ho-Ni, armado con un cañón de 75mm, del que se fabricaron 125 ejemplares entre 1941 y 1943.

                Un regimiento de carros de combate desplegado para el ataque ocupaba un frente de aproximadamente 500 m. La vanguardia estaba formada por unidades de tanquetas o de carros ligeros cuya misión era localizar los puntos defensivos más poderosos del dispositivo enemigo, muy probablemente recibiendo una buena dosis de fuego. Según la teoría japonesa, un frente de unos 500 m de ancho debía contener en su línea defensiva 3 piezas anticarro, 6 ametralladoras pesadas, 5 morteros y hasta 12 ametralladoras ligeras; estas eran las armas que debían ser localizadas. Tras esta vanguardia se situaba el cuartel general del regimiento, lo más cerca posible del frente, para poder tomar la decisiones adecuadas sobre la marcha; y tras este llegaba una sección de carros, ligeros o medianos, cuya misión fundamental iba a ser acabar con las defensas anticarro del enemigo.

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Batallas de la Edad del Bronce (I) – Megiddo

Dediquemos hoy un rato a analizar una batalla bien documentada de la Edad del Bronce y de como ya en aquellos tiempos se era perfectamente consciente de los conceptos abstractos de estrategia y táctica.

En el año de 1458 a.C, durante el primer año de su reinado tras la regencia de Hatsepsut, Tuthnosis III decidió tomar cartas en el asunto de los crecientes problemas de lo que hoy es Siria-Palestina, que amenazaban la integridad de la frontera nororiental de Egipto, durante tanto tiempo olvidada por Hapsepsut. Antes, el rey de Kadesh había intentado, según parece, beneficiarse del cambio de jefatura en el país africano, desplazándose hacia el sur desde el Orontes, aliándose con príncipes cananeos locales y ocupando Megiddo en la actual Palestina, que dominaba la línea principal de comunicación entre Egipto y Mesopotamia, en un punto clave del Creciente Fértil.

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Japón, los blindados desconocidos de la Segunda Guerra Mundial (IV).

 

               Llegados a este punto, los manuales eran una cosa y la realidad otra, y sin duda los primeros evolucionaron en virtud de la segunda. Por ello vamos a dedicar algunas entradas a hablar de tácticas sobre el terreno, describiendo las ideas fundamentales que orientaron el empleo de los blindados en apoyo de la infantería, empezando por las compañías.

Volvemos sobre un modelo concoido, el tipo 89, en esta ocasión la versión A, Chi-Ro, que estaba equipado con un motor de gasolina, en vez de diesel, como el de la foto que sigue a continuación.

               Cuando los carros tenían que cooperar con la infantería fueron necesarios varios ajustes. Primero, establecer un enlace correcto entre ambas armas, lo que se hizo no solo mediante los medios de comunicación: radios y mensajeros, sino también creando puestos de mando mixtos en los que los jefes de ambas armas podían colaborar estrechamente para lograr el objetivo. Segundo, poner una de las dos al mando de la operación, y esta solía ser la infantería. En caso de cooperación era el jefe superior de la unidad de infantería quien establecía el plan de asalto y se lo comunicaba al jefe de la unidad de carros. Este plan de asalto debía comprender los objetivo específicos a lograr por los blindados; el momento y el modo en que tendrían que cruzar las líneas de la infantería, empeñada en su propio ataque, para no entorpecer su maniobra; y la posición de los obstáculos y armas contracarro contrarios, así como de otros tipos de armas pesadas, que pudieran complicar el cumplimiento de la misión.

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