La cartografía militar de Leonardo Da Vinci y su relación con César Borgia

Las plazas y castillos son fuertes bien por la naturaleza, bien por el arte, y mejor aún cuando lo son por la una y por el otro: por la naturaleza, cuando se asientan sobre lugar elevado o escarpado, rodeado de mar, de marismas o de ríos; por el arte cuando se los rodea de murallas y de fosos…”. Epitoma institutorum rei militaris, Flavio Vegecio Renato (s. IV)

El conocimiento de las condiciones del terreno son imprescindibles en la guerra. Ésto puede afectar aspectos tan variopintos como la intendencia, posicionamiento de tropas o preparación de un asedio. A lo largo de la historia, grandes personalidades han puesto su grano de arena para estudiar el terreno y conseguir la ansiada victoria. Uno de estos personajes no es otro que Leonardo da Vinci. Pero, ¿Cómo el gran pintor del Renacimiento pudo ser también cartógrafo y realizar mapas de uso militar?

Sabido es por todos que Leonardo fue un ejemplo como hombre del Renacimiento por lo polifacético de sus trabajos. El joven de Vinci vivió la Florencia de los Médici y su expulsión, contactó con los intelectuales del momento como Andrea del Verrocchio, maestro y mentor, o Nicolás Maquiavelo. Cuando el último ocupó el cargo de Canciller tuvo la oportunidad de trabajar con Da Vinci, ingeniero militar y de obras de la ciudad, aquí empieza a surgir nuestra historia.

Por otro lado, en el año 1492 el aragonés Rodrigo Borgia, padre del bastardo César, ocupará el Pontificado como Alejandro VI. Esto hizo que la vida su joven mejorara y se convirtiera en comandante de la Guardia vaticana y duque valentino, título concedido por el rey de Francia. Con todo este poder y un ejército bien formado en 1499 se lanza a guerrear contra las diferentes ciudades estado italianas.

Mapa de Ímola. Tratados varios de fortificación estática y geometría de Leonardo da Vinci (Copia digitalizada de por la Biblioteca Digital Hispánica)

Llegando ante las puertas de Florencia, Maquiavelo parlamentó con César y acordaron que no se atacaría la ciudad a cambio de dinero, un tratado de paz y que trabajase para su ejército el mayor ingeniero militar hasta la fecha, Leonardo. El joven pintor se unió a la corte de Borgia y trabajó diseñando diferentes ingenios militares (catapultas, arietes, elevadores de tropas, protopitos de submarinos o helicópteros). Como no sólo era hombre de ciencia, dejó bien reflejado en diferentes manuscritos los diseños de estas obras y los estudios cartográficos que le encargaron para sitiar ciudades o mover las tropas por los valles del centro de Italia.

Un claro ejemplo de estos mapas es el de la ciudad de Ímola, donde podemos ver el primer mapa aéreo de la historia, muy parecido a nuestras actuales fotos de satélite. Sentará el precedente para la cartografía moderna y será ejemplo para los cartógrafos militares como Charles Joseph Minard, diseñador de la cartografía de la campaña de Rusia de Napoleón,  el cartógrafo español Luis Urteaga, creador de mapas de la campaña del Rif y la Guerra de Marruecos.

Pese a todas las aportaciones de Leonardo, no estaba convencido de su labor y cada vez tenía un sentimiento más pacifista. Finalmente, la mediación de Maquiavelo y un nuevo acuerdo con Florencia hizo que el pintor regresara en 1503 y a dedicarse a su pasión, la pintura. Será en esta época cuando Leonardo mantendrá contacto con un joven pintor que prometía bastante, Miguel Ángel Buonarrotti. Leonardo seguirá pintando y viajará a Venecia, Milán y Roma para acabar sus días trabajando para Francisco de Francia en el castillo de Amboise.

Mientras tanto en Roma, Alejandro VI falleció este mismo año y su familia cayó en desgracia. César escapó a  Aragón y fue capturado y encarcelado. En 1507 murió en una emboscada. El último de nuestros personajes quedó fascinado con la figura de Borgia y lo convertirá en ejemplo de político plasmándolo en su gran obra, El Príncipe. Así cambió la perspectiva de cartografía y la estrategia militar la relación entre estos notables: un hombre de letras, un hombre de ciencia y un hombre de espada.

Otras entradas de Julio Sandoval: Los Prisioneros de Guerra de la I Guerra Mundial y la intervención de España.

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