Quien estaba al mando de la 1º Sección de la batería, a la que pertenecía la pieza que había disparado hasta entonces, era el Teniente Fouletier, quien en el momento en que se le comunicó el extraño fenómeno empezó a buscar una explicación.
¿Qué datos tenía? Que los disparos habían ido cayendo cada vez más lejos del punto de impacto inicial, y que este alejamiento gradual no se debía solo a las correcciones de tiro, pues los últimos disparos se habían efectuado sin hacer cambios y el fenómeno había continuado. También sabía, y se acercó a donde estaba el suboficial jefe de la pieza para comprobarlo, que no se habían modificado los parámetros de los últimos disparos.
Pouet-Morand, el lugar donde estaban ubicadas las piezas de 280mm, en la actualidad.