Marzo de 1863; El Raid de Mosby contra Fairfax (2ª parte)

Lo que hemos narrado hasta aquí no pasa de ser una acción de commandos, precursora de los que organizarían los Boer durante la guerra de Sudáfrica y de las que posteriormente se llevarían a cabo en las guerras mundiales, sobre todo en la segunda; era lo que entonces se llamaba «Guerrilla». Sin embargo a partir de este momento las cosas van a ponerse vergonzantemente ridículas. Nuevamente en palabras de Mosby, lo que sucedió fue lo siguiente.

<<Rápidamente encendimos una luz, y vimos al General durmiendo, en su cama, tan profundamente como el turco cuando lo despertó Marco Bozzaris [un héroe de la guerra de la independencia griega]. No había tiempo para ceremonias, así que levanté la ropa de cama, tiré de su camisa y le di un palmetazo en su espalda desnuda diciéndole que se levantara. Como su oficial de estado mayor estaba en pie junto a mí, Stoughton no se dio cuenta de la situación y pensó que alguien se estaba tomando familiaridades con él. Preguntó, con tono indignado, qué significaba todo aquello. Le contesté que era un prisionero, y que debía levantarse rápidamente y vestirse.

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Marzo de 1863; el Raid de Mosby contra Fairfax (1ª Parte)

Iniciamos hoy una nueva serie de entradas en las que en vez de explicar nosotros los acontecimientos, vamos a ceder la palabra al protagonistas. Los textos que expondremos en esta serie vienen de las memorias de John Singleton Mosby, el «Fantasma Gris» de la confederación, cuya guerrilla, muy cercana a Washington, daría gravísimos quebraderos de cabeza al ejército de la unión.

John Singleton Mosby, el «Fantasma Gris» de la confederación.

El ataque a Fairfax fue su hazaña más famosa. Veamos porqué:

                Al final de la jornada del 8 de marzo de 1863, obedeciendo las órdenes recibidas, veintinueve hombres se encontraron conmigo en Dover, en el condado de Loudon. Ninguno conocía el lugar que era mi objetivo, pero nada más partir, se lo dije a Ames. Recuerdo que aquel día cené con el Coronel Chancellor, que vivía cerca de Dover. Justo cuando estaba a punto de montar en mi caballo, mientras procedía a marcharme, le dije: “esta noche alcanzaré las estrellas o me hundiré más que nunca”. No me alcé tan alto como las estrellas, pero tampoco me hundí. Entonces no tenía una reputación que perder, aunque fracasara, y recordé el lema “Aventuras para los aventureros”.

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Estrategia, Como se Ganó y se Perdió la Guerra Civil Americana. (3/3)

                Sin embargo el sistema de Jefferson Davis se enfrentó a tres grandes tipos de inconvenientes, los geográficos, los propios jefes de departamento y la fragilidad del sistema de transporte confederado. Podemos organizar las diversas manifestaciones de estos inconvenientes en nueve puntos básicos.

El General Halleck, sucesor de Winfield Scott, fue el primero en orquestar ofensivas simultáneas. Era la concentración en el espacio.

1º.- Frente a la idea de “concentración en el espacio” propuesta por la estrategia confederada, los federales optaron por emplear el concepto de “concentración en el tiempo”, coordinando varias ofensivas simultaneas. Así sucedió a finales de 1862, cuando se lanzaron a la vez las campañas de Vicksburg, en el Oeste, Stone´s River en el centro y Fredericksburg en el este.

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Estrategia, Como se Ganó y se Perdió la Guerra Civil Americana. (2/3)

                     Enfrentado a la secesión de una parte importante del país, la primera preocupación del gobierno de Abraham Lincoln fue cómo solucionar el problema de reintegrar el sur a la Unión, y no su conquista. Para ello contaba con una de las más preclaras mentes militares del continente americano: el General Winfield Scott. Este no tardó en diseñar el que sería llamado Plan Anaconda, una idea que buscaba derrotar al sur por medio de la asfixia económica y no por medio de sangrientas batallas campales donde, junto a la seguridad de la muerte de toda una generación de jóvenes, se arriesgaban a perder el capital político que mantenía unidos a los estados del norte en la tarea de reunificar el país. Este plan se basaba, en primer lugar, en un bloqueo naval que cerrara los puertos confederados al resto el mundo; y en segundo lugar en el control de los grandes ríos navegables al oeste de la cordillera de los Apalaches. Cauces como el Tennessee, el Cumberland, o el Mississippi-Missouri, que permitirían a los ejércitos de la unión parcelar la confederación y acceder casi a todas partes utilizando vías de comunicación seguras y controladas. En resumen, al igual que una anaconda asfixia a sus víctimas, el norte tendría que asfixiar al sur hasta que este entrara en razón. Esta idea sólo tenía una pega: hablaba de lo que nadie quería oír, de una guerra larga.

El General Winfield Scott, quien puso los fundamentos de la estraegia de la unión.

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Estrategia, Como se Ganó y se Perdió la Guerra Civil Americana. (1/3).

                   Sin duda estamos acostumbrados a pensar en la Guerra Civil Americana como una sucesión de batallas cruciales que llevaron al norte a derrotar, finalmente, a sus adversarios del sur. Sin embargo hay autores que no lo han visto así, y que han minimizado el significado de las batallas para centrarse mucho más en el nivel estratégico de la guerra, el que, fundamentalmente, tiene que ver con la política, así como con la economía.

                Cuando en 1861 estalló la guerra entre los estados, el precedente en el que trataron de reflejarse ambos ejércitos fue el napoleónico; y este, más allá de la espectacularidad de las grandes batallas como Austerlitz o Waterloo, enseñó lecciones que tanto los generales secesionistas como los unionistas supieron identificar perfectamente.

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La Campaña de Vicksburg.

                Imagínese el lector una ciudad en lo alto de un acantilado que se desploma sobre un río ancho, caudaloso y caprichoso, que la defiende en su lado oeste; con un denso pantano en su lado norte y solo accesible por el este o el sur, que es territorio propio. Y además una ciudad que está muy bien fortificada con diversas trincheras, fortines, redanes y numerosas baterías de artillería. Una nuez muy dura de roer, así era Vicksburg a finales de 1862 cuando, en plena guerra civil americana los ejércitos de la unión decidieron que era necesario tomar esta localidad, pues con su conquista se hacían con el control del río Mississippi, y la confederación quedaba cortada en dos.

Mapa de la campaña, donde pueden verse los progresos del Ejército Unionista

                Sin embargo las operaciones iban a resultar extraordinariamente difíciles. El primer intento orquestado por el General Grant partió de la región de Memphis y trató de llegar hasta su objetivo por tierra, avanzando desde el norte. Ante esta situación los confederados tuvieron que retirarse tras el río Yalabusha; y los federales decidieron enviar uno de sus cuerpos de ejército, el del General Sherman, a operar por el río, al oeste de la ciudad, para distraerlos. Sin embargo estas reaccionaron muy bien bajo presión: un raid de la caballería sudista de Forrest segó las líneas de comunicación de Grant, y un violento contraataque de las tropas confederadas de Van Dorn acabó con la destrucción del depósito de suministros principal de los nordistas en Holly Springs, obligando  a Grant a cancelar su ofensiva.

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La Historia del Corsario Confederado CSS Florida.

Había zarpado de Liverpool el 22 de marzo de 1862 con el nombre de “Oreto”, pero a su llegada a las Bahamas se convirtió en un barco distinto: el corsario confederado “CSS Florida”. Puesto en servicio el 17 de agosto, hubiera debido zarpar inmediatamente hacia el Atlántico, sin embargo la fiebre amarilla hizo presa en la tripulación, y el barco tuvo que dirigirse a la Bahía de Mobile (Alabama), uno de los puertos seguros que aún tenía la confederación, para conseguir una nueva tripulación y nuevos pertrechos.

El CSS Florida, anclado en puerto. En esta foto se puede apreciar tanto su capacidad para navegar a vapor como a vela.

Sin embargo, antes de llegar a “casa” el Comandante John Maffitt, quien dirigía el flamante buque corsario, tuvo que superar el bloqueo establecido por la flota de la unión. Para ello, y debido a que él mismo estaba enfermo y a que apenas tenía gente para manejar uno solo de los cañones que llevaba a bordo, decidió emplear un truco: enarbolar la bandera de la Royal Navy, y aprovechando que el buque se parecía mucho a los navíos de guerra británicos, acercarse lo más posible a los tres buques federales que vigilaban la entrada de la bahía. El truco funcionó hasta que estos le solicitaron que se identificara, y según la legislación internacional de entonces tuvo que izar su bandera, o enfrentarse a ser acusado de piratería. Siguieron a ello veinte minutos de bombardeo, que el buque confederado tuvo que soportar con estoicismo, antes de refugiarse en el interior de la bahía.  

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